Que el PSOE sea de izquierdas sólo lo defienden EL País y los periódicos de derechas. Otra cosa es que muchos de sus afiliados se consideren de izquierdas. Ellos sabrán por qué. Porque todos los gobiernos de este partido han tenido equipos económicos neoliberales que han privatizado empresas públicas, han hecho reformas laborales, han deteriorado la sanidad y la educación públicas y mantienen sistemas fiscales injustos que benefician a las grandes empresas y grandes fortunas. A Felipe González los sindicatos le hicieron cuatro huelgas generales. El PSOE sólo se manifiesta de izquierdas cuando está en la oposición, para pescar incautos.
Podemos ha estallado, como era de esperar (lo dijimos hace un año). Los errejonistas han ido hacia la derecha -no son de izquierda, son transversales- y su socia Carmena está tratando de cerrar antes de las elecciones los pelotazos urbanísticos de Chamartín y Los Berrocales, esto son políticas socioliberales. Los anticapi han vuelto a IU y los pablistas (no sabemos cuantos) han quedado en el limbo, pero siguen imponiendo sus condiciones para pactar con IU. Todo esto tiene un culpable: el hiperliderazgo egocentrista y autoritario de Pablo Iglesias que ya debería haber dimitido.
Quedan Izquierda Unida que ha hecho grupo con Anticapitalistas y otros movimientos sociales y, sobre todo, la abstención de izquierdas que es la más numerosa. Si IU diseñara una agenda social -el verdadero problema es la desigualdad- con manifestaciones en la calle para propagarlo (porque los medios lo van a silenciar) podría ser una alternativa, pero parece que ha caído en la trampa de la derecha: la Monarquía y el derecho a decidir, que son el “engaño” de la banca para distraernos y poder seguir robándonos.
Se podría pedir un poco de honestidad y rigor a los medios de comunicación/propaganda, pero a la empresa privada no se le puede pedir honestidad, como mucho legalidad.