El retorno de la momia

No sé si es que hemos visto demasiadas películas de terror o es que la política española se está pareciendo cada vez más a una mala película de género.

Que 43 años después de su muerte y a 40 de una Democracia Constitucional sacar al Dictador de su tumba monumental y entregárselo a su familia se convierta en una sucesión de declaraciones y hechos surrealistas reafirma la expresión franquista de que “España es diferente”.

Que la familia del Dictador, apoyada por una organización anticonstitucional, que ellos mismos dirigen y cobijan, y una manada de militares fascistas, puedan entorpecer una decisión del gobierno o que una familia amenace al gobierno por buro-fax no es propio de un país serio.

Que el Cardenal-Arzobispo diga que él hará lo que diga la «familia» es lo único coherente de esta historia, porque la Iglesia Católica también es una dictadura y su jerarquía siempre ha estado a la sombra del poder. Sobre todo de esta «familia» que puede ostentar una fortuna de 600 millones, vengan de donde vengan.

Que después de todo esto se siga calificando de modélica, una transición que no revisó ni la procedencia de las grandes fortunas, ni la constitucionalidad de los militares, la Magistratura y la Policía,; que sigue permitiendo que torturadores circulen impunemente por nuestras calles y que más de 100.000 desaparecidos sigan en las cunetas …

Todo esto está íntimamente relacionado con que tengamos las tarifas de luz más caras de Europa, con que soportemos un sistema tributario que beneficia a los ricos y nos pasa la cuenta a los demás y con que cada vez haya más millonarios y muchos más pobres en España.

Todo esto tiene un precio y lo estamos pagando los de siempre.

Migrantes: una solución radical

Una solución radical es la que ataca las raíces del problema.

Las migraciones del mediterráneo tienen como causa el neocolonialismo del siglo XXI que se caracteriza por que los explotadores ya no son los países, sino las grandes corporaciones. Este es el origen de la mayor parte de los conflictos actuales.

Estas entidades, de enorme capacidad financiera, rechazan cualquier regulación porque su ley es la del más fuerte, la de la selva, y abominan de los estados porque les resulta mas rentable hacerlos desaparecer que comprarlos.

EEUU, superpotencia hegemónica (encabeza el gasto mundial en “defensa” con 605.000 millones de $ en 2017, 10 veces mas que Arabia Saudí, que es 2º), dominando la OTAN y con un presidente, empresario especulador, que comprendió que convertirse en político es mas rentable que comprarlos, que favorece esos intereses apoyando las políticas de presidentes anteriores de crear estados fallidos (Etiopia, Afganistán, Iraq, Libia …. ) o estados casi inexistentes como los de los países africanos, por cierto Francia es el estado europeo que tiene mas tropas en África.

Cuando un estado se convierte en fallido, las corporaciones van con sus ejércitos privados y esquilman las riquezas. Esta violencia lo transforma en inseguro y difícil de habitar para sus poblaciones que se ven obligadas a emigrar. En esta fase del capitalismo salvaje también la Democracia emigró a otro planeta.

La solución consiste en que todos los países sean habitables, pudiendo desarrollarse explotando sus propios recursos en beneficio de toda la población. Para ello la ONU deberá ser un organismo respetable, democrático y respetado que imponga unas normas que impidan estos saqueos y sanciones reales a las corporaciones que las incumplan.

La ONU actual es un kiosko de la superpotencia y las ONGs hacen un trabajo necesario pero radicalmente injusto porque se financia con dinero de la buena gente (lo que resulta un impuesto más) para resolver los problemas que crean las corporaciones, que se llevan los beneficios sin pagar impuestos.

Las mayor parte de las tropas españolas en el extranjero están colaborando (directa o indirectamente) en este crimen contra la humanidad. Esto se paga con nuestros impuestos y los beneficios se los llevan algunas empresas del IBEX que apenas tributan.

Periodismo de mierda

Raúl González en El Cazabulos de eldiario.es denuncia hoy la manipulación o la falta de calidad de la información en El País, ABC y El Español en su artículo No, la alcaldesa Manuela Carmena no acogerá a migrantes en un palacete”.

El edificio que utilizará el Ayuntamiento de Madrid se llama Palacio Valdés en honor al escritor y forma parte de unas instalaciones educativas. Las hienas que sistemáticamente acosan al ayuntamiento del cambio han sustituido Palacio por palacete y la verdad ha saltado por los aires, pero eso les importa poco.

Es posible que el culpable de este error haya sido el periodismo de verano, plagado de becarios mal pagados pero cobrado a precio normal, y podemos pensar en unos alevines de periodistas agobiados por la falta de personal (jefes incluidos) en la redacción. Más difícil de entender es que alguien que vive (o trata de vivir) de la escritura no le suene Palacio Valdés y/o que haya copiado el error de otro periódico.

Lo que es evidente es la falta de responsabilidad de las empresas periodísticas para con sus lectores y la ausencia del Estado defendiendo a los consumidores e impidiendo atentados como este contra la cultura española.

Luego se quejan de que pierden lectores.

La derecha rabiosa

La salida del gobierno del PP , el descoloque de Ciudadanos y el miedo a perder sus privilegios, junto con la reacción de las fuerzas democráticas para devolver la dignidad a las víctimas de la Dictadura,  han puesto nerviosas a las derechas tradicionales que hace unos días pedían un nuevo alzamiento y hoy aparece un manifiesto pidiendo respeto para el Dictador, firmado por 181 militares en la reserva, la inmensa mayoría jefes y oficiales del Ejército Español y avalado por un sello de 35cts.

La misma derecha que, con un golpe de estado, se cargó la democracia republicana, trata ahora de recuperar apoyos para recuperar el poder. Lo estamos viendo en los nuevos movimientos de ultraderecha europeos y en las políticas neoliberales promovidas por las mafias financieras para debilitar los estados e imponer sus intereses por encima de los derechos ciudadanos.

A la Justicia española no le ha temblado el pulso para encarcelar raperos y artistas en uso de su libertad de expresión. Veremos que postura toma ante los firmantes de este manifiesto que defienden como héroe a un dictador, despreciando los valores democráticos que la Constitución “de todos los españoles” y la Ley de Memoria Histórica defienden.

Estos militares que siguen cobrando de los presupuestos generales del Estado, ¿pueden rebelarse impunemente contra los valores constitucionales porque ya están en la “reserva”? Por cierto, una prejubilación mucho más favorable que la de la inmensa mayoría de los españoles.

A veces da la impresión de que los militares tienen más inmunidad que los parlamentarios. Algo huele a podrido en Dinamarca.