Las mafias politico-financieras en la U. E.

La colaboración de la Sra Merkel con los servicios secretos norteamericanos para espiar instituciones europeos e incluso gobernantes de otros países europeos es una muestra más de la falta de decencia y vergüenza que muestran si pudor la mayoría de los políticos europeos, al servicio de los intereses de las grandes corporaciones.

Su desprecio por la democracia y la justicia más elemental lo explica el profesor Vicenç Navarro en su artículo de hace dos días “Los establishments políticos y financieros europeos quieren terminar con Syriza” en el que muestra el comportamiento indecente de las instituciones y políticos europeos, especialmente los alemanes, para cargarse el gobierno de Syriza votado por mayoría en las últimas elecciones griegas.

No sería la primera vez que estas mafias político-financieras cambian un primer ministro, ya lo hicieron en Italia cuando impusieron a Mario Monti o en Grecia cuando quitaron a Papandreu por sugerir un referendum en su país para imponer los recortes. Estas mafias quitan y ponen a quienes les viene bien para sus intereses sin ningún respeto a la soberanía de los países europeos. No hay una Unión Europea, hay un gran negocio manejado por las grandes corporaciones.

No hay democracia en Europa, ni en sus países miembros, porque sus gobernantes han puesto su soberanía al servicio de la dictadura de los mercados. Que sepa el Sr. Rajoy que sus políticas austericidas no las hace en mi nombre, ni en el de muchos españoles. Está asumiendo unas decisiones en contra de los intereses de la mayoría de los españoles y espero que tarde o temprano pague por ello.

El negocio de la muerte

El Mediterráneo se está convirtiendo en un cementerio marino. Africanos y asiáticos desesperados tratan de llegar a Europa y muchos mueren en el intento. Como el mundo libre está lleno de vallas, algunos lo intentan por mar y emigran a la muerte.

Ya que la ONU (en manos de las grandes potencias) es incapaz de hacer nada, los políticos inútiles y corruptos que “gobiernan” la Unión Europea dicen que van a tomar cartas en el asunto de la única manera que saben: la guerra. ¿Contra quién? Contra los “contrabandistas de almas” (El País, dixit hoy).

El caos de Libia que llena las barcazas de la muerte, lo creó la OTAN matando al dictador y creando una situación permanente de guerras internas. No fue una solución, aumentó los problemas. La Historia habla bien claro: La guerra nunca es una solución, casi siempre es un negocio.

Nada de ir a las raíces del mal, combatamos los síntomas porque las raíces son intocables. Porque los verdaderos culpables no son las mafias que trafican con personas, son las mafias financieras que explotan las riquezas africanas y empobrecen a sus poblaciones corrompiendo a las élites y llevándose los recursos económicos más importantes de cada país. Es el expolio de las materias primas lo que lleva al hambre, la desesperación y en algunos casos al terrorismo a la población africana.

La solución al problema migratorio es fomentar un desarrollo sostenible de los países africanos que comienza por no explotarlos. El día que los africanos puedan vivir dignamente en sus propios países no necesitarán emigrar. Pero eso va contra el negocio, el capitalismo salvaje no puede dejar de crecer y las materias primas africanas y los servicios públicos de los países desarrollados son ahora metas de su insensata e imposible carrera.

Ese negocio, el de Wall Street, es el negocio de la muerte y los ministros de los países europeos los comparsas, empapados de sangre, de tales crímenes.

Varufakis

Magníficas lecciones de política económica en el Salvados de ayer, a pesar de Jordi Evole que planteó bastantes cuestiones por debajo del nivel de las intervenciones del profesor. Normal, sólo los periodistas y los maestros pueden hablar de cualquier tema; en los maestros se puede justificar cuando se dirigen a la población infantil, pero los periodistas hablan para adultos, no tienen justificación.

Otros periodistas (el Mundo y el País) que también participaron, tampoco estuvieron a la altura convencidos o encadenados a las posturas de sus medios. Destacar que Varufakis está solo en la comisión económica europea es pueril porque no contempla que si algún ministro de economía europeo se pusiese de su lado sería expulsado de su cargo por Frau Merkel.

Es curioso que los “nuevos políticos” rechazan el estatus de “políticos” porque se consideran ciudadanos que han tenido que meterse en política ante la corrupción y podredumbre del sistema. Por un deber cívico.

Varufakis era un economista de talla internacional antes de llegar al gobierno. Manuela Carmena y Luis García Montero también concurren a las elecciones madrileñas desde un deber cívico. No así Gabilondo que siendo catedrático de Metafísica es más conocido por su faceta de rector universitario que no deja de ser un cargo político.

Los medios de propaganda, sin razones ni argumentos, no cesan de tratar de enfangar a estas personas capaces y honradas, distrayendo con problemas superficiales: soberbia, sincorbatismo, etc. Es curioso que Varufakis ocupe asiduamente las páginas de los medios comerciales, siempre en boca de los demás, raramente con sus propias palabras. Aún no he visto en El País un artículo firmado por este eminente economista. Sus artículos hay que buscarlos en los medios digitales periféricos.

Los medios de propaganda mienten con frecuencia, pero sobre todo ocultan lo que no les interesa confiando en que el ciudadano ingenuo piense que no existe. Que haya gente que aún confíe en los medios tradicionales es algo que no acierto a entender.

Lo amos del dinero contra nuestro derecho a la vida

El desorden internacional que ha promocionado EEUU desde su hegemonía posterior a la Segunda Guerra Mundial, hace que muchas multinacionales sean ya mucho más poderosas que la mayoría de los países y aprovechen su dominio para abusar de ellos y de sus moradores.

España es uno de esos países y nosotros somos sus víctimas. Por eso se nos está imponiendo el fracking desde el Gobierno con la complicidad del Tribunal Constitucional, que ha revocado leyes antifracking como la de Cantabria. En este caso, el gobierno de Rajoy y el Tribunal Constitucional se han puesto de acuerdo para anular la ley aprobada en el Parlamento Cántabro que pretendía garantizar las salud y el derecho al agua de los ciudadanos cántabros.

Otro ejemplo tenemos en el pleito de la tabacalera Philip Morris contra Uruguay para tratar de anular una de las mejores leyes antitabaco del mundo. Esto nos atañe porque si ganan luego vendrán a por nosotros. Podemos apoyar a Uruguay pinchando aquí.

Estos atentados económicos y legales contra la salud y el bolsillo de las personas se “legalizarán” si se aprueba el tratado TTIP que están negociando en secreto EEUU y, su siervo, la actual Unión Europea. Esta misma tarde nos manifestaremos en Madrid, como en muchas otras ciudades del mundo,  contra este tratado criminal a las 18h desde Neptuno a Sol (volverán a aislar con vallas el Congreso).

Cuando las mafias financieras atacan, no queda otra que defenderse. PP, PSOE, Ciudadanos … no estarán hoy en la manifestación. Ahí se va donde está cada uno.

Tiempo de locura

Los tiempos de crisis suelen ser tiempos de locura, en los que lo que se resiste a morir trata de disfrazarse para hacer ver que se ha transformado y, lo que es peor, las voces del poder lo imponen con una narración dotada de tanta “normalidad” que llegas a pensar “no puede ser, me quieren hacer ver una realidad que no existe, yo veo al rey desnudo ¿me estaré volviendo loco?”.

El discurso de hacer normal la mentira es ahora, como discurso del poder, labor de los periodistas y son los literatos, los que, con el pretexto de la ficción, pueden contar la verdad. Pasó en los últimos años de Franco cuando la realidad aparecía de forma descarnada en revistas satíricas como “Hermano Lobo”. Pasó en el siglo XIX cuando la explotación salvaje de la clase obrera se narra, como dice Piketty, en “Los Miserables” o en “Oliver Twist” mejor que en los periódicos de la época.

Esta semana aparecen en El País dos columnas que ilustran esta situación. J.J. Millás en Desaplausos retrata la locura de aplaudir apasionadamente el discurso vacío, con el fin de legitimarlo y autolegitimarse. Manuel Rivas en Fruto Ruz reflexiona sobre la aparición de “frutos extraños” (y terroríficos) en los campos de nuestra vida cotidiana. ¿Nos acostumbraremos a ello?.

Se puede vivir en la locura, pero no es sano; quizá tampoco es vida, simplemente supervivencia. ¿Es ese el futuro que queremos para nosotros y nuestros descendientes?

Nos quieren convertir en antenas

En la universidad pública Carlos III de Madrid, tres investigadoras, han desarrollado una patente para fabricar chaquetas con antenas que multiplican por diez la velocidad de subida de información de los teléfonos móviles.

Es curioso que las “investigadoras” que han desarrollado estos dispositivos no sepan que las antenas de telefonía que tenemos en los tejados de algunas casas, como la wifi, están muy cuestionadas porque pueden producir cáncer y otras anomalías en la salud de las personas afectadas por los campos electromagnéticos que generan y que hay movimientos pidiendo la prohibición de la wifi en los centros docentes (Internet puede ir por cable) porque la población infantil, las personas mayores y otras muchas, por diferentes causas, se pueden ver afectadas por estas radiaciones.

Con este nuevo invento, que llaman “revolución tecnológica”, nos quieren convertir en antenas.

¿Sería mucho pedir que las oficinas de patentes exigieran un certificado de que el nuevo invento no atenta contra el derecho a la salud de las personas?

¿Sería mucho pedir que la formación que se da en las universidades sea un poco más global y contemple los derechos de las personas, además del lucro personal o corporativo?

¿Sería mucho pedir que las universidades públicas, y que pagamos todos los españoles, respeten los derechos humanos y el bien común por encima de los intereses financieros y empresariales?

¿Sería mucho pedir que los legisladores defiendan los derechos de sus representados por encima de los intereses de los lobbies?

El FMI ataca al gobierno griego

Esto es como los grupos de matones que hacer círculo para ir golpeando al débil que han rodeado. El golpe de ahora es un informe interno del FMI hecho para ser filtrado en letras grandes por los medios propagandísticos como El País. Es evidente que Grecia no podrá pagar ese préstamos del FMI si esa sucursal del Bundesbank que llaman Banco Central Europeo no le da las ayudas que le está regateando con sadismo tratando de obligarle a seguir ahogando a la población griega.

Las diferentes comisiones de la UE, el BCE, el FMI, Rajoy … se turnan en la paliza contra un estado miembro de la UE. ¡Es alucinante! ¿Qué clase de Unión Europea es esta en que unos países e instituciones machacan a otros países socios (no diremos amigos). Es lo de siempre: la lucha de clases.

La Unión Europea, el Banco Central Europeo, el gobierno alemán, el FMI están tratando de derribar un gobierno democrático y apoyado por el 70% de sus ciudadanos porque propone medidas humanitarias para su propia población, pero sobre todo, porque si sobrevive será el ejemplo a seguir para los nuevos gobiernos que irán apareciendo en España, Italia, Irlanda, etc. que tratarán de cambiar las políticas de explotación de los débiles impuestas por una Unión Europea dominada por la banca alemana y las mafias financieras.

No es el primer intento de golpe de estado financiero. Cambiaron, sin elecciones, al primer ministro italiano Berlusconi, que era un sinvergüenza pero había ganado en las urnas, e impusieron a Mario Monti procedente de Goldman Sachs; quitaron a Papandreu porque quiso hacer un referendum sobre los recortes que iban a imponer a Grecia y pusieron a Lucas Papademos que fué el político y economista que trucó las cuentas de Grecia, con la ayuda de Goldman Sachs, para que pudiera entrar en la U.E., y pusieron a Mario Draghi en el BCE, otro hombre de Goldman Sachs. ¿Quien manda en la UE además de Goldman Sachs?

La democracia internacional murió hace mucho tiempo y ahora se trata de terminar con los restos de democracia que quedan en algunos países. Es una guerra de ricos contra pobres y, por ahora, van ganando los primeros ¿por qué si nosotros somos más? Porque tienen la fuerza: es el nazismo financiero. Pero la Segunda Guerra Mundial la ganó la Resistencia.

La complicidad de los medios

El profesor Vicenç Navarro publica hoy una columna en Público.es que titula:El ataque al Gobierno de Syriza con la complicidad de los medios”. Siento un gran respeto por este “viejo profesor” (que salió de España cuando lo tuvo que hacer el otro “viejo profesor”), porque considero que sus análisis políticos y económicos son de los más acertados y fundamentados que se hacen en la prensa española, además de comprensibles para todo el mundo, como son las cosas que se explican con claridad y con verdad.

En esta ocasión, siento discrepar con su calificación de los medios aunque pienso que lo habrá hecho por prudencia. Los medios de información hace ya años que son de propaganda (él dice a veces persuasión, que viene a ser lo mismo). Lo son desde el momento en que abrasados por las deudas han caído en manos de los fondos de inversión o mafias financieras, como se les suele decir.

Por tanto, no son cómplices, son servidores. Son portavoces de las mafias financieras. Por eso, los de pago están perdiendo lectores a borbotones, porque contratan marionetas como José Carlos Díez y José Ignacio Torreblanca, jóvenes profesores universitarios que, con su discurso neoliberal tratan de ganar posiciones en la larga carrera hacia la cátedra.

Esos son los “expertos” que necesitan los panfletos neoliberales. Por eso Vicenç Navarro y Juan Torres López escriben en un diario digital en lugar de en las páginas de El País. Por eso, hace muchos años que Noam Chomsky escribe en Rebelion.org en vez de hacerlo en el antiguo diario de Polanco y ahora de dos fondos USA, aunque siga capitaneado por J. L. Cebrián, que fue director de informativos de TVE en tiempos de Arias Navarro. Haría bien el viejo Joaquín Estefanía en vigilar a estos cachorros que están mordiendo las patas de su silla, aunque es posible que ya no la necesite.