Se hunde Nueva York. La venganza del planeta

A mediados del siglo pasado comenzó a plantearse en EEUU una nueva fase del capitalismo que, cuando a principio de los setenta, se experimentó en Chile y Argentina aprovechando los golpes militares, se llamó Neoliberalismo, por unos, o Capitalismo salvaje por otros.

En los setenta se expandió por Norteamérica, aunque muchos le atribuyan el impulso a Reagan, pero Marvin Harris detecta, ya en los setenta, sus consecuencias en su libro “La cultura norteamericana contemporánea. Una visión antropológica”, con capítulos como: ¿Por qué no funciona nada?, ¿Por qué hay pánico en las calles?, ¿Por qué nos invaden los cultos? (se refiere a los cultos religiosos, no a la gente culta), ¿Por qué ha cambiado Norteamérica? …

Es el momento del crecimiento desmesurado del consumismo, del “usar y tirar”, que pronto contaminó la Europa occidental , después la otra y, por fin, la globalización. Es la búsqueda del mayor beneficio para el empresario o el accionista, sin tener en cuenta las necesidades ni los derechos del consumidor, ni las posibilidades del planeta.

Hace un tiempo, está saliendo a la luz (no en los grandes medios) la crisis que esto está causando en su país de origen. Un informe reciente de Rand Corporation (el think tank más influyente de EEUU, financiado por la industria armamentística) dice que de los tres puntos fuertes de su país: la industria, el dólar y el aparato militar, la industria casi ha desaparecido (se “deslocalizó” a países con mano de obra barata, como China), el dólar peligra, porque China y Rusia tratan de utilizar sus propias monedas, y la industria militar es la que tira del país, en el nivel macroeconómico, porque la deuda de las familias alcanza cantidades astronómicas.

El Neoliberalismo está destrozando el planeta por el consumo ineficiente (estos días se habla de los vertederos de ropa poco usada en el desierto de Atacama), pero también la vida de los norteamericanos y ahora descubren que se está hundiendo Nueva York (la capital del mundo “civilizado”) por el peso de los rascacielos (siempre la desmesura) y que este proceso se acelerará por la subida del nivel de los océanos debido al cambio climático.

El planeta está tratando a sus agresores con la medicina que ellos mismos inventaron. ¿Aprenderemos algo de este mensaje de la Naturaleza?

¡ETA resucita!, la derecha te necesita

La derecha tiene muchas dificultades en los periodos electorales porque sus objetivos (privatizar  lo público, bajar los impuestos, eliminar los servicios públicos … para beneficiar al Capital) tienen que ser ocultados para conseguir votos. Por eso se ve obligada a inventarse problemas, lo más graves que pueda, para distraer de las verdaderas necesidades de la gente.

El PP no favoreció el abandono de las armas de ETA, porque necesitaba ese conflicto para ocultar su tremenda corrupción: nosotros robamos, pero ellos matan, pero ese discurso se disfraza desplazándolo hacia el sufrimiento de las víctimas. Javier Pérez Royo, Catedrático de derecho constitucional, lo califica como “Canallada anticonstitucional”.

Resulta un poco raro que la izquierda no combata este discurso tramposo porque, además de que la Constitución permite esa candidatura (lo ha dicho el tribunal competente), Franco mató mucho más (somos subcampeones del Mundo, después de Camboya, en desaparecidos) y las víctimas de las cunetas no cuentan en el discurso de la derecha, ni las de la extrema derecha en la Transición. La derecha sólo defiende las que consideran suyas, no las que hicieron ellos mismos, con la ventaja de que la mayoría de los medios están al servicio de sus mismos patrocinadores y les permiten crear la «opinión dominante».

Que el PSOE acepte el discurso de la derecha, significa que en su partido hay mucha derecha y quizá que quieran cazar votos en Ciudadanos.

Todo esto pasa, entre otras cosas, porque en el sistema electoral español predominan las listas cerradas y eso le da mucha fuerza a los partidos en perjuicio de la democracia porque no podemos elegir libremente a nuestros representantes, sino a los que nos propongan los partidos. Esto debería llamarse Partitocracia, pero realmente es una herramienta más de la Aristocracia Económica.

San Isidro labrador

No me gusta este santo cuyo milagro más conocido es que los ángeles le hacían su trabajo agrícola mientras él rezaba. Seguro que Ayuso es devota de él, que se tomaba la libertad de no trabajar cuando quería, y esto creo que lo debe hacer con frecuencia la huéspeda de Sol, a juzgar por los resultados de su desgobierno. También lo han adoptado muchos curas y frailes, que viven de nuestro trabajo mientras rezan (en Cuelgamuros tenemos un ejemplo que clama a La Moncloa). Este tipo de cosas hace tiempo que tienen un nombre: explotación o esclavismo, según el grado.

No obstante, todos tenemos nuestras contradicciones. Soy ateo desde hace más de 50 años y en 1969 estaba de maestro en un pueblo un poco aislado de Cantabria (a 9 km de la carretera general). Compartía pensión con el cura, un simpatizante de ETA que su obispo había mandado allí a “refrescar”, y nos llevábamos bien. Él me enseñó unos versos que supongo que serán una oración: San Isidro labrador / pájaro que nunca anida / no pegues más al chiquillo / que ya apareció el peine. Me gusta, tiene la lógica propia de todas las oraciones pero es más divertida.

De vez en cuando la recuerdo y me acuerdo también de Josechu, que marchó a El Salvador, a una zona donde había varios curas vascos casados, que ejercían su labor y tenían a raya a los terratenientes. Josechu también se casó y no he vuelto a saber de él. Quizá el Papa polaco acabó con todos ellos, como intentó, y casi consiguió, con la teología de la Liberación.

La función de la ultraderecha

En una fase del capitalismo que unos llaman Neoliberalismo y otros Capitalismo salvaje, en la que el poder económico ha comprado el poder político (por corrupción) y el poder mediático (por sus deudas) como aparato de propaganda, parece lógico que algunos empresarios de segunda fila (las grandes fortunas gobiernan directamente desde la banca y los fondos de inversión) traten de sustituir a los políticos, caso de Berlusconi, Trump, Marcos de Quinto … y acaben siendo caricaturas de gobernantes.

Como esa estrategia no ha dado buen resultado, están utilizando otra: grandes sumas de dinero para fortalecer los grupos de ultraderecha e ir hacia el fascismo que es donde el gran capital tiene total libertad para crear sus propias reglas. Por eso VOX es aquí el único partido importante sin deudas ni problemas económicos y con libertad de movimiento para infiltrarse, y crear sindicatos, en los que llaman “Cuerpos de Seguridad”.

También tienen dinero para engrasar la armada mediática e imponer el discurso del terrorismo de ETA y de sus víctimas, cuando aún hay miles de asesinados en las cunetas y famosos torturadores han muerto impunes y cargados de medallas. Por no hablar del propio terrorismo de ultraderecha de la Transición que, protegido por algunos ministros, policías y gran parte de la judicatura, aún sigue impune.

El reciente giro ideológico (más a la derecha, aún) de Mediaset-Tele5, dirigido por Borja Prado (muy bien relacionado con la derecha político-económica: Aznar, Sarkozy …) parece que va en esta misma dirección.

La industria armamentística (accionista importante de la ultraderecha) está de enhorabuena.

En los últimos años, los ministros de Interior, Justicia y Defensa, han estado mirando para otro lado, en relación con la existencia de numerosos policías y militares de ultraderecha, y ahora, casualmente en periodo electoral, aparece la noticia del primer Guardia Civil expulsado del Cuerpo por propagar bulos xenófobos y lemas del Ku Klus Klan.

El voluntarioso Pedro Sánchez no se quiere quedar atrás y ha viajado a Washington para inaugurar este periodo electoral en el Despacho Oval (centro de planificación del conflicto de Ucrania para debilitar a Rusia y a la UE y mayor impulsor o protagonista de otras invasiones), quizá negocie que no sigan potenciando la ultraderecha porque él mismo (con la inestimable ayuda de Borrell) puede hacer ese papel, desde la próxima presidencia de la UE.

El Despacho Oval puede que no sea, en estos momentos, el principal lugar de EEUU en el que se toman las decisiones importantes, a juzgar por algunos de sus últimos ocupantes: Bush Jr., Trump, el anciano Biden … pero los despachos de los grandes banqueros tienen muy reservado el derecho de admisión.

Pero a Pedro Sánchez méritos no le faltan, podrá hacer valer que fue uno de los principales valedores de Juan Guaidó y que patrocinó la asamblea de la OTAN del verano pasado en Madrid, que resucitó esta guerrera organización que se daba por muerta.

Coronación

Gran Bretaña alardea hoy de su carácter teocrático, donde el Rey es el Jefe del Estado (hereditario) y Gobernador Supremo de la Iglesia de Inglaterra. En tiempos de Franco a esto le decíamos nacional-catolicismo, allí se podría decir nacional-protestantismo, en cualquier caso una monarquía del tiempo de los absolutismos apoyada por la Iglesia y el Ejército, es decir por Dios y las armas.

Por eso, la coronación ha consistido en una ceremonia religiosa con el rey rodeado de obispos con casullas doradas y una manifestación popular con los reyes en carroza de oro, desfile militar de 4.000 soldados, aviación incluida, y muchos miles de policías, para que el pueblo vea y sienta el poder del monarca.

Ceremonias así, se celebraban en la Edad Moderna, en la coronación de los reyes absolutistas, que a veces hacía el Papa y donde nunca faltaba el ejército, porque la legitimidad real siempre se basó en Dios y en las armas.

En las colonias, esto también se hacía con la llegada de nuevos virreyes o gobernadores. En el siglo XVIII, la entrada del nuevo gobernador en Manila estaba regida por un protocolo similar, aunque más sencillo que el de los virreyes de Nueva España (hoy México), por ejemplo, pero la función era la misma: demostrar a la población indígena que ese gobernante representaba al Rey de las Españas y el Poder Divino, porque nunca faltaba la ceremonia religiosa. El mensaje era el mismo que el de las monedas de la dictadura: “Francisco Franco, Caudillo de España por la Gracia de Dios”, así de claro llegó hasta nosotros.

En Manila, en el siglo XVIII, se cuestionaba el coste de la ceremonia y en Gran Bretaña también se ha cuestionado el millón de libras que se estima costará la coronación de una de las personas más ricas del país. Por cierto, en Diario.es, una historiadora estadounidense alude hoy a la contribución del negocio esclavista en la enorme fortuna de la familia real británica.

La pregunta que podemos hacernos es: ¿Qué tiene que ver todo esto con la democracia? ¿Seguimos como en el siglo XVIII?. El Cabrero cantaba una copla con la claridad que acostumbraba y que le costó algún disgusto: “Se murió Miguel Hernández / también mataron a Lorca/ el que manda es el que manda/ lo mismo entonces que ahora”.