Los chalecos amarillos hacen caer las caretas

El “centrista” (antes socialista) Macron saca el ejército a la calle para garantizar el control de las protestas sociales.

En 19 jornadas de protesta, van ya más de 30 muertos y centenares de heridos en la civilizada y moderna Francia, pero no es terrorismo islámico, ni ultraderechista, son revueltas sociales y es mejor tratar de ocultarlas porque ponen en evidencia la agonía de la democraCIA liberal.

Las políticas económicas criminales que ordena el neoliberalismo financiero, son ejecutadas sin discusión por los gobernantes corruptos y la única respuesta posible a las protestas populares es la violencia institucional o el terrorismo de Estado y la desinformación mediática.

El País aporta un tratamiento digno de la página de “sucesos”: se describe la violencia pero se ocultan las causas. Público.es publica dos informaciones de agencia: EFE y Reuters.

Hay que recurrir a Viento Sur para encontrar información directa de las organizaciones convocantes o a Kaos en la red para encontrar informaciones más rigurosas.

Público.es hacía ayer una reseña de un nuevo libro “Muriendo por un salario” y el título lo explica todo: «El trabajo está matando a la gente y a nadie le importa».