Mientras el expresidente de Baleares Jaume Matas disfruta de libertad, por estar plenamente integrado en la sociedad, aunque no arrepentido de sus delitos; el teniente Segura está de nuevo arrestado, de manera preventiva, incomunicado y sin las medicinas que necesita, por la Justicia Militar como consecuencia de sus denuncias de irregularidades en la gestión del Ejército. Se ve que este teniente que se ha significado por la denuncia de la corrupción, es considerado un gran peligro, al menos para el Ejército.
Aunque el artículo 14 de la Constitución dice que los españoles son iguales ante la Ley, ésta no trata igual a los corruptos que a los que denuncian la corrupción. Claro que en el siglo XXI y en un país supuestamente democrático, que siga existiendo una Justicia Militar, al margen de la Justicia, no deja de ser algo, cuando menos, incomprensible, cuando siempre se ha dicho que la Justicia Militar es a la Justicia, lo que la música militar a la Música.
Que el Teniente General Jefe de la base de la OTAN en Valencia proponga restablecer la mili para enseñar a los jóvenes españoles educación y solidaridad, parece indicar que como no tienen mucho trabajo en lo suyo, quieren arrogarse otras tareas como la Educación. Nos parece una broma de mal gusto para los que hicimos una mili en la que todo se ordenaba y se hacía “por cojones”.
Quizá no tengan mucho trabajo, pero su presupuesto crece cada año, al contrario que los dedicados a servicios básicos de los españoles.