En Público aparece hoy un artículo alarmante, de Carlos Enrique Bayo, en el que se denuncia que la Secretaría de Estado de Seguridad estaba y seguirá estando en manos del Coronel de los Cobos , recientemente destituido por el Ministro de Interior.
En él, se publica con nombres y apellidos el clan que dirigía De los Cobos, afín al OPUS, y que sigue en sus puestos para garantizar la labor de las cloacas de Interior, y el apoyo al PP y a VOX y la protección que esta policía, en coordinación con una parte de la judicatura, está dando a los corruptos de estos partidos, retrasando la resolución de sus procesos.
En el mismo artículo, fuentes policiales anónimas, muestran su preocupación por la politización ultraderechista de los mandos de la Policía Armada y la Guardia Civil. Así se explica la revuelta que se está produciendo en la cúpula de este cuerpo.
También explica la desesperada y absurda campaña de Casado que, con la estrategia de que el que resiste gana, está haciendo tiempo para madurar la vía judicial a la toma del poder, ya que la de los votos no le es propicia.
Con el OPUS DEI actuando en la Justicia -se habla de un tercio de la Magistratura-, y en las cúpulas policiales, esto se parece mucho al Brasil que, con una justicia corrupta, expulsó de la presidencia a Lula da Silva y Dilma Rouseff para colocar al Bolsonaro.
Los Golpes de Estado, como las grandes guerras actuales, ya no emplean la violencia. Las mafias financieras (el OPUS es una organización Religiosa-Política-Económica), tienen suficiente poder en las instituciones del Estado para conseguir lo mismo retorciendo las vías judiciales.
La Banca tiene las de ganar. O el Gobierno se toma esto en serio y remodela las cúpulas de las fuerzas de seguridad, que pretenden regirse por el método franquista del escalafón, o el virus nos va a parecer una broma.