Aquí sobra lawfare y falta Democracia

“Niños del mundo, si cae España –digo, es un decir- si cae…”

Hace muchos años que el “Senado virtual” (que dice Chomsky), los que mandan, decidieron que la democracia no es buena para sus negocios y, no hace mucho, Steve Bannon vino a Europa a regar con dólares a los grupos de ultraderecha. Crecieron rápido, ya gobiernan en Italia, Israel, Hungría, … en Francia llevan años muy cerca de gobernar y en España, gobiernan con el PP en varias comunidades.

La ultraderecha navega a favor del viento y el dólar sopla fuerte. De los 89.000 millones de dólares que EEUU destina, en su mayoría, a alimentar la guerra en Gaza y Ucrania ¿Cuántos se quedarán en la bolsa del “complejo industrial-militar” norteamericano?.

Justicia y Democracia son incompatibles con el capitalismo salvaje. El General Eisenhower ya advirtió en 1961, en su discurso de despedida de la Presidencia de USA, del peligro para la Democracia del citado “complejo”.

Un virus salvaje recorre el mundo, la corrupción es el cáncer de la Democracia y corroe todos los órganos políticos, jurídicos y económicos del mundo actual. “La corrupción es intrínseca al sistema”, dijo Esperanza Aguirre que de eso sabe mucho, por eso la mayoría de la clase política gobierna a las órdenes del “Senado virtual”, no de sus votantes, y ¡La banca gana!. Por cierto, hoy celebramos 50 años de la Revolución de los Claveles y hace unos meses tuvo que dimitir Antonio Costa, primer ministro de Portugal, atacado por lawfare y ya hay un gobierno de derechas.

Aquí, la derecha no puede sobrevivir si no está en el gobierno, porque sus niveles de corrupción son incompatibles con la Justicia, por eso tiene bloqueado el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y tiene que mentir siempre con la ayuda inestimable y cara (para los contribuyentes) de la armada mediática. RNE, en sus informativos sigue diciendo que el CGPJ no se desbloquea porque PP y PSOE no se ponen de acuerdo.

El bipartidismo es una herramienta fundamental para que este juego político-económico funcione. Dos partidos (siempre los mismos) se turnan en el gobierno y acaban pareciéndose como dos gotas de agua al partido único. El PSOE no ha hecho gran cosa para evitarlo asumiendo muchas de las normas que ha impuesto el PP. González, cuando perdió la mayoría absoluta gobernó con la derecha nacionalista, cuando podía haber gobernado con la izquierda y Sánchez gobernará en el País Vasco con el PNV cuando podría gobernar con Bildu.  Así tenemos un sistema impositivo en el que “Los ricos no pagan IRPF” y seguimos con las “Leyes mordaza”, entre muchas otras cosas.

Felipe González comenzó con las privatizaciones, las reformas laborales, las reconversiones industriales que costaron miles de puestos de trabajo, etc. (la hoja de ruta que le dio EEUU–ver Joan Garcés “Soberanos e intervenidos-) y los sindicatos le tuvieron que hacer cuatro huelgas generales. Ninguno de los dos partidos ha garantizado derechos humanos tan básicos como techo y comida, así que mejor no hablar de “democracia plena”, más apropiado  “buitrecracia plena”.

Desde luego, mejor Pedro Sánchez que Feijóo, pero sin olvidar a qué juega cada uno.