La derecha más tóxica

La bochornosa actuación de J. Mª Aznar en el Congreso, mintiendo desacaradamente y dando muestra de una falta total de respeto a las instituciones democráticas, no debe extrañarnos en un personaje que nos metió en la guerra ilegal de Iraq con el 91% de la población española en contra. Que ahora lo niegue es una muestra más de su cinismo y del nulo respeto a los españoles.

Que su familia haya vendido nuestras viviendas sociales a fondos buitres es un ejemplo más de una derecha que se cree que todo es suyo y que lo puede explotar en beneficio propio.

Que hayan concurrido a todas las elecciones quebrantando las leyes electorales es otra prueba de que la ética, la moral y la justicia no cuenta para ellos y el abrazo del cachorro muestra que aprueban lo realizado y siguen en la misma línea.

Pero todo esto ha ocurrido en la immodélica transición y sigue pasando en la inmodélica democracia sin que los gobernantes de estos cuarenta años, los partidos que han tenido gobiernos de mayorías absolutas, hayan hecho lo suficiente para evitarlo. Que todavía haya políticos que han tenido responsabilidades y sigan defendiendo el modelo, les convierte en cómplices.

Esto es propio de una Democracia maniatada y con los ojos vendados que esta derecha sigue necesitando para seguir robando y para ello aprobó las leyes mordaza y las reformas laborales.

Esta Democracia no sabe defenderse y ni los políticos ni la judicatura la ayudan. Muchos de ellos siguen haciendo caja. En una democracia representativa los demás no contamos.

Un partido que la justicia ha calificado de organización para delinquir tenía que estar disuelto y sus responsables castigados, no sueltos por ahí riéndose del resto de los españoles.

Pero esto es lo que hay: un país de mierda con todo el mundo fingiendo.