Las tarifas eléctricas no son un problema económico de ingresos y gastos, es un problema político porque es el gobierno el que regula las tarifas, las actuales la puso el ministro Soria y son injustas para que se forren las grandes compañías.
El gobierno está en manos de las grandes empresas. Numerosos expolíticos están en sus consejos de administración, por eso, los gobiernos no han cumplido los mandatos judiciales de reclamarles cobros excesivos. Zapatero (y el ministro Sebastián) olvidaron exigir los más de 3.000 millones que dictaron los tribunales. El gobierno de Rajoy penalizó el autoconsumo de energías limpias porque perjudica su control del mercado.
Está claro que el Congreso no es el lugar más indicado para luchar contra este robo y la Justicia tardará bastantes años en dictar sus veredictos, para entonces las eléctricas ya nos estarán robando de otra manera.
Las energías que nos proporcionan luz y calor, afectan a los derechos fundamentales de las personas.
¿Por qué los partidos de izquierda no están convocando manifestaciones para que todo el mundo pueda expresar su indignación y reclamar sus derechos?
¿Será que se están convirtiendo en casta?