Armas para una carnicería sin fin

Así titula José Luis Gordillo, del Centro Delàs de Estudios por la Paz, en Público su artículo de opinión fundamentada sobre el conflicto de Ucrania, en el contexto de los 1.100 millones de euros que tendremos que regalar a la industria armamentística para poder seguir con la carnicería.

Porque, como indica Gordillo, nuestro gobierno de coalición ha pedido el alto el fuego en Gaza, pero no el de Ucrania y comenta el papel del Rey y del Presidente del Gobierno en este mandato del Imperio.

Al análisis de este conflicto que, como dice el autor no comenzó con la invasión rusa, sino en 2014, cuando empezó la guerra de Ucrania contra su propia zona oriental, yo añadiría unos hechos que me parecen muy significativos y poco comentados: al comienzo de la invasión rusa hubo conversaciones de paz que gran Bretaña y EEUU boicotearon. Ahí se ve muy claro quién tiene interés en prolongar la guerra.

A los españoles, este dispendio no nos viene bien, P. Sánchez sabrá por qué lo hace. El ROTO lo muestra gráficamente en El País. “Otra ronda. Invita España” dice un camarero con la bandeja llena de misiles.

Acuerdo con Ucrania ¿Quién manda aquí?

Este año regalaremos a Ucrania 1.000 millones de Euros para armamento. Ucrania está considerado el país más corrupto de Europa y sabemos que algunos envíos de armas anteriores terminaron en el mercado negro.

Este acuerdo del gobierno de Sánchez se ha mantenido secreto durante un mes y no se ha sometido al Parlamento, porque no es un “Acuerdo” es un “Memorando de entendimiento” (“Manda huevos” que decía Trillo). Gran parte de la izquierda está en contra y por eso no han acudido al encuentro con Zelenski.

Claro que esos 1.000 millones no los necesitamos para nada. La sanidad está estupendamente. Cierto que hay unas listas de espera de más de un año, pero que más dá, si más tarde o más temprano nos vamos a morir. De la Educación mejor no hablar porque si se eleva el nivel cultural posiblemente crezcan los conflictos sociales.

Además, parte de esos 1.000 millones son para la industria militar “española”, que es posible que trabaje con patentes norteamericanas porque la OTAN exige uniformidad en el armamento de sus socios. Claro que a los trabajadores de esas industrias les tocarán las migajas porque la legislación laboral de este país, a pesar de su ministra, sigue favoreciendo a la patronal.

El “acuerdo-memorando” dura, al menos 10 años, y la meta es que Ucrania entre en la OTAN y en la Unión Europea. Cierto que tanto la una como la otra son instrumentos de los más ricos, para mejorar su situación a costa de los más pobres (no se suele mencionar que el gasto militar no entra en los controles de deuda que impone la UE, ese gasto es sagrado). Por ello, este “acuerdo-memorando” huele a mandato del imperio OTAN, porque el aumento de los presupuestos militares favorece principalmente al poco conocido “complejo industrial militar”.

En 1994, se publicó en España un librito de Noam Chomsky titulado “Política y cultura a finales del siglo XX” (Ariel, 115 págs), que no tuvo mucha repercusión. Chomsky (profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts, y reputado politólogo), explica como desde la década de los 70, con la “Trilateral”, luego mutada a “Davos”, los muy ricos han ido destruyendo la democracia, en todo el mundo, porque no es buena para sus negocios y hoy podemos ver que para las próximas elecciones de EEUU solo parecen tener opciones un anciano con problemas de memoria y un delincuente.

Al comenzar la invasión rusa de Ucrania, Rand Corporation (think tank del complejo citado) informaba de que la mayor parte de la industria norteamericana se había “deslocalizado” a países con bajos salarios, como China, y en su país sólo quedaba la industria militar. Pero podemos ver que la solución a ese desastre industrial es la OTAN como agencia comercial de tal complejo. Claro que una industria militar puntera sin guerras no tiene mucho sentido, y lo estamos viendo tanto en Ucrania como en Palestina, además de en otros conflictos en el mundo porque, ahora, parece que hay 16, pero los medios de desinformación lógicamente ni los mencionan.

En conclusión, aquí, como en todo el mundo civilizado, manda la OTAN y Margarita Robles aquí y Borrell en la UE, son sus profetas anunciando la Tercera Guerra Mundial. Cuando queríamos una democracia nos impusieron un bipartidismo que cada vez se parece más al norteamericano y el florecimiento extraordinario de la ultraderecha está bien regado con dólares. Algo habrá que hacer.

El PAÍS, el dinero manda

Que el diario de referencia de un país titule contra la opinión mayoritaria de la población: “La orden de detención contra Netanyahu, una decisión dolorosa en lo práctico y lo simbólico”, defendiendo el genocidio, es una muestra más de que los grandes medios, en este neoliberalismo militarista, están más por la propaganda a favor de los intereses de los más ricos, que de la información como servicio a la ciudadanía.

Este medio que nació en la transición por iniciativa de Fraga y comenzó, disfrazado de progresista, apoyando las políticas neoliberales de Felipe González (privatización de la banca y empresas públicas, reconversiones industriales salvajes, …) ha ido cayendo hacia la derecha, por el abrumador peso del dinero, hasta defender políticas armamentísticas y crímenes genocidas.

Ha perdido muchos lectores, pero su enorme deuda la mantienen los bancos privados porque les compensa como aparato de propaganda.

San Isidro ¿labrador?

Celebramos en Madrid a este santo que nos han puesto como patrono. En un principio nos desconcierta un poco ya que por aquí escasean bastante los agricultores. Claro que conociendo como se las gastaba este santo cuando ponía a los ángeles a trabajar mientras él rezaba, la cosa se aclara bastante porque aquí lo que abundan son los terratenientes, dadas las prebendas impositivas que regala la Comunidad de Madrid a las grandes fortunas. Si lo consideramos santo patrono de los terratenientes o de los explotadores la cosa se entendería mejor.

Si, como dice la Constitución (Art. 16.3) “Ninguna confesión tendrá carácter estatal”, cuesta entender que la mayoría de las fiestas tengan carácter religioso y que pueblos y ciudades tengan que tener un santo patrono, sobre todo porque la Iglesia, en muchas ocasiones, no ha acertado con las canonizaciones, se ve que el pájaro les orienta mal.

Que a San Isidro le hicieran el trabajo los ángeles es difícil de aceptar porque todo sabemos que esos extraños seres son cabecitas con alas o bebés en pelotas alrededor de una virgen y que solo sirven para adorno.

Lo de San Cosme y San Damián, patronos de los cirujanos, ya es peor porque el milagro que les atribuyen es quitarle una pierna a un negro para ponérsela a un blanco, como se puede ver en la foto, lo que huele un poco a racismo.

Otro fallo creo que tuvo en Alejandría, conocida en el siglo IV por tener la mejor biblioteca del mundo. Era tanto su amor a los libros que cada barco que atracaba allí era registrado y si encontraban libros, los requisaban, los copiaban y se los devolvían. No se conocen casos parecidos.

Cirilo, obispo de Alejandría, no debía ser muy aficionado a la lectura y mandó a sus secuaces a darle un “aviso” a Hipatia, directora de la biblioteca, científica, hermosa y demasiado  independiente para aquellos tiempos. Los pandilleros se la encontraron en su carruaje camino del curro, la desnudaron como machos ¡bien machos! y la descuartizaron. La Santa Iglesia nombró al obispo San Cirilo de Alejandría.

Me gustaría que quedara claro que respeto a los creyentes, siempre que no hagan barbaridades, porque tengo claro que la canonización de los santos no se hace por votación popular, ya que la Iglesia puede que sea Santa, pero no democrática.

A celebrar San Isidro el explotador de sus sirvientes, me resisto un poco.

La libertad de expresión está muy malita en Occidente

Siempre se habló de la Libertad como una de las banderas de Occidente, pero últimamente “Occidente se pone el uniforme y empuña la porra” para defender el genocidio sionista.

La policía ataca a los estudiantes universitarios porque protestan por el genocidio israelí en Gaza. Es decir, la policía (el Estado en EEUU y varios países europeos ¡Occidentales!) no les permiten que defiendan las leyes internacionales contra los crímenes de guerra. Los profesores dicen una cosa y la policía otra, ¡vaya lío!

¿No quedamos en que Occidente era el paraíso de las libertades? Nos estamos pareciendo cada vez más a los países malos: las dictaduras. Estoy muy preocupado, ya no sé cuáles son los “valores europeos” que dicen defender la UE o Margarita Robles cuando manda tropas a otros continentes.

Este tsunami ha empezado en EEUU, ahí empezó también el “mayo del 68 francés”. Por ahora parece que se llevará por delante a Biden, con toda la razón, ¿un presidente del país imperial puede depender del genocida israelí? De todas formas, un país que sólo tiene como candidatos a las próximas elecciones a Biden y Trump, por muy imperial que sea no parece creíble. Más bien parece que el delincuente extravagante y el dócil anciano de la cuarta edad interesan a la industria militar y otros grandes superpoderes económicos, para que distraigan al personal mientras ellos hacen sus negocios, no siempre limpios, con lo cual la Libertad, la Democracia y los Derechos Humanos sobran en este baile.

El imperio está cayendo y la bestia herida es muy peligrosa. La ultraderecha está creciendo y hasta gobernando en algunos países y no es casualidad, es la fuerza del dinero, en este mundo todo está controlado. Al que se mueva garrotazo y tentetieso.

Lo vamos a ir viendo, si no hacemos algo para evitarlo.