Macron quiere más armas, Pedro Sánchez también
Puede parecer raro que dos líderes con ideología aparentemente opuesta coincidan en el amor a las armas, pero ya sabemos que, aunque en España PSOE y PP simulen enemistad, en la opaca UE suelen votar juntos. Y esto es fácil de entender porque los dos son neoliberales, uno más y otro menos, esa es la diferencia.
El Neoliberalismo consiste en poner la Empresa por encima del Estado y si el sistema Empresa es estrictamente jerárquica, y el Estado se dice democrático, esto parece contradictorio. Lo cierto es que la Empresa ha ido deteriorando sistemáticamente el Sistema Democrático, de muchas maneras. Una creando instituciones internacionales que “controlen y/o impidan” la Democracia del Estado-Nación. Este es el caso de la UE, que usurpa los principales poderes de sus naciones miembros, sobre todo el económico, y se lo “vende” a los lobbies.
Otra, un arma muy potente: la corrupción. Una de las pocas veces que he oído a Esperanza Aguirre decir cosas sensatas es cuando dijo que la corrupción es intrínseca al sistema. Y en Norteamérica, el país que se envuelve en las banderas de la Democracia y la Libertad, un delincuente puede ser Presidente sin ningún problema, porque allí a los dos candidatos principales los eligen los “donantes”, es decir, las empresas que compran a los candidatos y los prefieren delincuentes porque así los pueden cambiar si no obedecen sus “sugerencias”.
En el Neoliberalismo las empresas pudieron cambiar sus industrias a los países en que la mano de obra era más barata, sin valorar si en esos países había democracia, porque este sistema político no le interesa a la Empresa y ahora resulta que en EEUU sólo queda la industria armamentística y se ha visto obligado a declarar enemigos a China y Rusia, porque gran parte de su industria, como la alemana, se fue a China. También ha “comprado” a los dirigentes de la UE para que esta les pague sus caprichos, sean guerras en Ucrania o en Gaza, por ejemplo.
El complejo industrial-militar norteamericano, que ya fue denunciado hace 65años por el Presidente General Eisenhower, en su discurso de despedida de la presidencia, como un peligro para la Democracia, y que, a través de la OTAN manda más que el Presidente de EEUU, dice que hay que “invertir” en armamento y en Francia, la potencia europea con más industria armamentística, Macron es el primero que se apunta, Sánchez también (aunque más disimuladamente, porque ya está acostumbrado a aparentar que es progresista cuando es de derechas), porque aquí también hay de eso.
Más gasto en armamento, conlleva menos inversión en servicios sociales o, dicho de otra forma, beneficios para la Empresa y perjuicios para la gente.
Cierto que la armada mediática no frecuenta este discurso, pero ¿no somos capaces de darnos cuenta? ¿Este sistema va contra nuestras necesidades y no hacemos nada? Nos mean y dicen que llueve.