“El viejo roble”, otra peli necesaria

Como “Yo, Daniel Blake” y “Sorry We Missed You”, “El viejo roble” transcurre en una población del noreste, la zona minera que va cerrando sus minas y va dejando a la gente sin trabajo y sin dinero. Ya sólo queda un pub, el que da nombre a la película, que antes daba bodas y bautizos y ahora ya solo cerveza.

A ese lugar llegan refugiados de la guerra de Siria y algunos asiduos al pub (ya sabemos quién) no le gustan los emigrantes y quieren convocar acciones contra ellos, pero ya no quedan sitios donde reunirse, todos han cerrado. La parte del restaurante del pub, que ya no se usa, puede ser un lugar para sus propósitos, pero su dueño se niega, conoce a esos personajes.

Y en ese lugar abandonado, ambientado con fotos de los buenos tiempos, está la solución. Una emigrante la ve: una de esas fotos tiene una llamada a la solidaridad. Ahí comienza la colaboración de la mayoría, autóctonos y emigrantes, para compartir lo que tienen. Los ultras lo sabotean.

No cuento el final. Es esperanzadora la solidaridad de la clase trabajadora. Carlos Boyero en El País la critica por didactismo, se ve que no le gusta el cine que cuenta las cosas claras. En la Seminci de Valladolid y en el Festival de Locarno recibió el premio del público. Está claro que mucha gente sabe qué cine se necesita: el que ayuda a comprender sus problemas.

Cómo “El maestro que prometió el mar”, no son las películas que imponen la televisión y el amigo americano y aunque reconocen los méritos de Ken Loach (perfectamente acompañado por Paul Laverty), no las veremos en La Gran Vía.

Pero sí en los Renoir, por ejemplo.

Por cierto, creo que me están atacando el blog. Si no se abre con el enlace, preguntadle a Google por el blog de Antonio Campuzano.

El País tergiversa

Titular: Pedro Sánchez promete ante el Rey su tercer mandato como presidente del Gobierno

Tergiversar: Dar una interpretación errónea o falsa a algo, a menudo con voluntad de ello

Pedro Sánchez promete ante la Constitución y sin símbolos religiosos. Antes se prometía o juraba ante la biblia y el crucifijo: “Prometo, por mi conciencia y honor, cumplir fielmente con las obligaciones del cargo de presidente del Gobierno, con lealtad al rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros y de Ministras”

El Rey es un testigo, como lo son la presidenta del Parlamento, como Notaria Mayor, el presidente del Senado y otros representantes del poder judicial.

El protocolo de la promesa, parece corresponder a una democracia imperfecta, porque prometer fidelidad al Rey y no a los españoles que son los que le han puesto en el cargo, indica que aquí hay algunas cosas que mejorar. Si se prometiera fidelidad a los españoles, que son la base de la Democracia (según la Constitución), quizá se cumplirían con más entusiasmo las promesas electorales.

 Lo del secreto del Consejo de Ministros tampoco defiende muy bien la Transparencia.

¿Por qué El País da preeminencia al rey, como si fuera él quien lo nombra, cuando ha sido elegido  en el Congreso que es la sede de la soberanía popular? ¿Residuos de otros tiempos? ¿Intereses propios del diario en la Monarquía? ¿Nostalgia de la Dictadura?

En una Democracia quizá se debiera nombrar al Presidente en el Congreso, que fue donde se nombró al Rey. La Dictadura dejó muchos residuos sobre todo en los estratos altos del Poder.

Quizá habría que hacer limpieza.

El maestro que prometió el mar, una película importante y necesaria

La República apostó por la Educación como instrumento para poner España al nivel europeo. Acogió y potenció el modelo educativo de la Institución Libre de Enseñanza, que se desarrolló en el siglo anterior, y creó becas para que los maestros estudiasen en el extranjero.

Franco y la Iglesia acabaron con todo esto y purgaron a los maestros republicanos. Ni los militares africanistas, ni los dirigentes eclesiásticos pudieron soportar ese intento de modernización.

Esta peli está basada en hechos y personajes reales y lo explica con mucha claridad, por eso se está poniendo en muy pocos cines. La industria española de distribución y exhibición, como muchas otras, tienen raíces franquistas, por eso la ponen los de siempre, las salas pequeñas del cine subtitulado.

El cura y los falangistas tienen un papel importante en la destrucción del maestro y su método avanzado. Cortaron por lo sano y en esta “democracia” no se ha podido alcanzar la calidad del modelo educativo de la República, porque sus enemigos de siempre siguen actuando.

Anoche vandalizaron la librería Alberti de Madrid, próxima a la sede del PSOE donde llevan ya muchos días de verbenas. Habrán sido los mismos que lo hacían en los 70 o sus hijos, porque parece que vuelve el terrorismo de Ultraderecha, ahora a baja escala pero en la “modélica” Transición produjo muchos muertos. Veremos cómo lo trata el nuevo gobierno.

Una educación democrática debería poner esta película y otras como “La lengua de las mariposas”, en todos los centros educativos y culturales. Pero este sistema no protege la educación ni la cultura porque el mercado explota mejor a los ignorantes

Hoy hemos visto como un candidato a presidente del Gobierno le atribuye a Antonio Machado una frase de Ismael Serrano. Este sistema utiliza políticos incultos porque obedecen mejor a los que gobiernan realmente.