El derecho a una muerte digna debe ser aceptado de manera tan natural como el derecho a una vida digna. Pero en España no se cumplen ninguno de los dos. Cada vez hay más españoles sin los bienes y servicios imprescindibles para vivir y aún hay “autoridades” que quieren controlar las decisiones personales sobre la propia muerte.
Nadie me pidió permiso para venir al mundo y no creo que tenga que pedir permiso a nadie para irme cuando quiera. ¿Necesito para ello disponer de una cantidad importante de dinero que me permita hacerlo en Suiza?
Así como no es fácil nacer, tampoco lo es morir. Por eso viene bien la ayuda. Una muerte digna e indolora, rodeado de los tuyos debería estar al alcance de cualquiera, pero una conocida mía tuvo que hacerlo sola en un hotel, para no perjudicar a la familia. Porque la “sociedad de mercado”, los prejuicios religiosos y otros “intereses creados” siempre tratan de entorpecer las cosas naturales que no generen “beneficios” económicos o políticos.
En el siglo XXI, la eutanasia del PSOE que sólo lo permite a casos extremos no nos vale. Que expliquen por qué este derecho puede valer en países avanzados y no en España, cuando hay mayoría de españoles a favor. ¿Con quienes quieren “negociar” (hacer negocio) estas restricciones?
Las leyes que permiten, pero no obligan: aborto, divorcio, eutanasia, boda de personas del mismo sexo … no deberían discutirse, deberían aprobarse sin más.
Mientras tanto, en esta “democracia”, muchos derechos, pasó muchos años con el aborto, dependen de que tengas propiedades para si no lo consigues aquí ir a lograrlo a otro país. “Democracia Liberal”, como en el siglo XIX, la de los Propietarios.