Terrorismo made in USA

CTXT, un diario digital de escasa tirada, publica un informe sobre un tema importante en el conflicto de Ucrania: “Así eliminó Estados Unidos los gasoductos Nord Stream”. Seymour Hersh, periodista de investigación estadounidense, obtuvo en 1970 el Premio Pulitzer por su cobertura de la masacre de My Lai en la guerra de Vietnam, también destapó las salvajadas de Abu Ghraib, y sus reportajes se publican en el New York Times y el New Yorker, entre otros.

En esta ocasión se trata de dos gasoductos, uno en funcionamiento y otro recién construido, que a través del mar Báltico abastecían a Alemania de gas ruso. Su destrucción ha obligado a media Europa a abastecerse del gas norteamericano, mucho más caro y, en gran parte, procedente del fracking (gravemente antiecológico).

En principio, los estadounidenses culparon a Rusia del atentado (que sería como dispararse en un pie, como ocurre aquí a veces con cierta aristocracia) y meses después, algunas fuentes acusaban a los servicios secretos británicos. Seymour Hersh detalla una operación que se prepara con mucha antelación y se ejecuta en dos plazos: en unas maniobras de la OTAN se colocan los explosivos y unos meses después se estallan por radiofrecuencia.

Esto está sin probar, pero el cúmulo de detalles que aporta el periodista aconsejan tenerlo en cuenta. ¿Cómo es que los periódicos importantes no lo han mencionado? ¿Cómo puede ser que el discurso mediático dominante centra sus enfoques del conflicto de Ucrania en la invasión rusa y oculta el protagonismo de Estados Unidos y la OTAN? ¿Cómo es posible que los medios europeos no protesten por la alineación de la Unión Europea (Borrell, en primer término) con EEEUU y la OTAN que tanto nos perjudica económicamente porque, entre otras cosas, la energía que venía de Rusia era mucho más barata que la que hay que comprarle a EEUU?

El País publicaba hace unos días una columna de opinión que dice mucho de por dónde van los intereses de los grandes medios “Ser pacifista hoy es apoyar la victoria de Ucrania”. Ser pacifista siempre había sido querer la paz, pero a los grandes medios está claro que eso no les interesa, el General Eisenhower ya nos avisó de que el “complejo industrial-militar” era peligroso para la democracia.

EEUU está acostumbrado a provocar guerras lejos de su territorio, pero Ucrania, Irak, Afganistán, Libia, Siria … nos quedan demasiado cerca y eso ha convertido a nuestro querido Mediterráneo en la mayor fosa del mundo.

Lean el artículo, no tienen más que pinchar en el título subrayado en verde, y saquen sus propias conclusiones.

El Banco Central Europeo nos roba

Todo el mundo sabe que las enormes ganancias que han tenido los bancos privados el año pasado se basan, en gran parte, en las subidas del precio del dinero que está imponiendo el Banco Central Europeo, porque aumenta los intereses de las hipotecas, beneficiando a los bancos y perjudicando a los hipotecados que, en algunos casos tendrán que dejar sus viviendas (más desahucios).

También sabemos que el Banco Central Europeo no es democrático, como tampoco lo es la Unión Europea más que en alguno de sus numerosos organismos, y es curioso que su Presidenta Christine Lagarde y su vicepresidente Luis de Guindos tengan un currículo un tanto alarmante.

Christine Lagarde, ocupó la presidencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) –que tampoco es un organismo democrático- tras Rodrigo Rato, que acabó en la cárcel, y Dominique Strauss-Kahn (Ex ministro francés) que se libró de la cárcel con una potente fianza, acusado de delitos sexuales. Podríamos preguntarnos porqué el FMI prefiere presidentes corruptos, porque Christine Lagarde, cuando ocupó la presidencia, tenía algunos asuntos pendientes con la Justicia francesa por sus actuaciones como ministra con Sarcozy.

Luis de Guindos, era dirigente de Lehman Brothers Holdings Inc cuando quebró en 2008, pero fue rescatado por M. Rajoy como Ministro de Economía. Él fue el que rescató a la banca defendiendo que el préstamo lo devolvería la propia banca y no nos iba a costar ni un euro, pero el precio que pagamos, según cálculos recientes, fue de más de 74.000 millones de euros, que la banca no ha repuesto y, además, se opone al impuesto que les atribuye el gobierno en función de sus astronómicos beneficios de 2022. Tras la excelente operación de ayuda a la banca (los comunistas quizá lo llamen estafa), fue ascendido a la vicepresidencia del Banco Central Europeo.

Christine Lagarde, sube el precio del dinero porque dice que así bajará la inflación. Juan Torres López, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, explica que con esa medida no sólo no bajará la inflación, sino que los bancos centrales están perdiendo dinero (que es de todos y a lo mejor tenemos que reponer), pagando más intereses a la banca privada.

Nos mean y los grandes medios dicen que llueve.