El viernes, en plena operación salida, el gobierno en funciones sacó 8.700 millones de la hucha de las pensiones. Con esto van ya 55.000 millones extraídos de ese fondo y sólo quedan 25.176 millones que podrían agotarse en dos años.
El actual fondo de pensiones públicas se nutre de las cotizaciones de trabajadores y empresas. Al PP no le gusta el sistema de pensiones públicas porque lo quiere privatizar. Los grandes fondos de pensiones internacionales forman parte de las mafias especulativas y presionan a los gobiernos para aumentar su negocio. El PP, como buen corrupto, no deja de ser sensible a esas presiones. ¿Cuales son las herramientas para acabar con el sistema público de pensiones?
– La reforma laboral ha producido una enorme bajada de salarios, lo que conlleva una baja de las cotizaciones. Cuanto más bajen los salarios, más cotizantes harán falta para mantener el fondo social, pero el paro no disminuye y cuando lo hace es a base de empleo precario que casi no cotiza.
– Con el pretexto de fomentar el empleo concede rebajas temporales en las cotizaciones de las empresas. De esta manera hace bajar el fondo y facilita el aumento de beneficios de las grandes empresas.
– El fraude fiscal es paralelo al impago de las empresas de sus cotizaciones al sistema de pensiones y no se persigue ni el uno ni el otro porque lo que pretende el gobierno del PP es destruir el sistema público de pensiones y facilitar los beneficios de las grandes empresas.
Después de esta serie de argucias aún queda una solución. ¿Podemos imaginar que la financiación del ejército dependa de los beneficios que genere? ¿Por qué el ejército, la defensa (¿de quién? ) dicen, lo pagamos entre todos y las pensiones no?
Las pensiones, como sistema público, deberían pagarse de la caja general (como la educación, la sanidad, el ejército, la policía, las carreteras…), pero esto tendrían que acordarlo PP, Ciudadanos, PSOE … y parece que no están de acuerdo. Los fondos de pensiones privados untan mucho para asegurar su negocio.