El Banco de España saca un informe en el que dice que la subida del salario mínimo en 2019 supuso una caída del empleo. Con ello trata de evitar que se vuelva a subir aunque esté muy por debajo del de otros países europeos, lo que no pasa con las tarifas eléctricas.
Juan Torres López, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, lo desmiente en Público.es con datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) de ese año y denuncia como los grandes periódicos han glosado el informe sin ponerlo en duda. También explica que el BE no tiene competencias para decidir sobre políticas económicas (función del Gobierno), pero si las tiene para el control y supervisión de las entidades financieras y no fue capaz de evitar la quiebra de muchas de ellas y su costosísimo salvamento con nuestro dinero.
Gerardo Tecé, de ctxt.es, destaca que el gobernador de dicha entidad gana al año 182.000 euros y considera abusivo que lxs trabajadorxs tengan un salario de 950 euros al mes, después de que dicha entidad fuera incapaz de evitar que se regalasen 60.000 millones a la banca a fondo perdido. La conclusión es que estamos llegando a un Estado de Bienestar Privado (sólo para unos pocos), porque el Estado, salvará a las grandes corporaciones en caso de quiebra. También menciona como participan los medios de comunicación en este juego.
Hace unos días, Juan Torres López titulaba en su columna: “Habló el Banco de España, la institución que más dinero nos cuesta a los españoles”
Es indignante que el robo de los ricos lo legitimen instituciones carísimas (sean la Unión Europea o el Banco de España) que pagamos con nuestros impuestos mientras continúan los desahucios.
Es indignante, para los que pagamos impuestos, que a este poker de ladrones se le llame democracia.
Buenísimo comentario. Gracias por denunciar y hacernos reflexionar. Yo comentaba hace unos días, el poner a salario mínimo una temporada a todos estos bocazas.
«Es indignante, para los que pagamos impuestos, que a este poker de ladrones se le llame democracia». Lo que es indignante, inconcebible y terrorífico es que demasiados españoles ven el juego de este casino pútrido como una catástrofe de la naturaleza (humana), algo que les supera, que no saben por donde empezar para atajarlo, irremediable y desesperante. Pensar sobre ello es incómodo hasta tal extremo que resulta comprensible que se prefiera tratar de olvidarlo -algo imposible- adicionándose a una de tantas adiciones que el sistema hace posibles.