Circula un vídeo en el que Casado dice que los políticos no deben de intervenir en la vida de las personas y eso es el discurso tramposo de la derecha que sólo quiere que el Estado actúe para facilitar el negocio y los beneficios de las empresas, porque son las que les pagan. Pero es una putada para las personas porque esos beneficios salen de nuestros bolsillos. En palabras técnicas: quitar recursos del trabajo para dárselos al capital. Esto produce desequilibrio y desestabilidad social que van aumentando desde hace tiempo a medida que se va extendiendo la pobreza.
Cuando habla de libertad, como Ayuso, lo que defiende es la de los ricos para comportarse como les de la gana, porque, en los últimos 40 años, cuando en el Congreso de han debatido leyes sobre libertades fundamentales como el aborto, el divorcio, la autanasia, etc. ellos siempre han votado en contra, aunque luego las han aprovechado, algunos con fruición.
Este muchacho tiene muchos problemas, porque está dirigiendo un partido acosado por la Justicia debido a su tremenda corrupción y por la ultraderecha que se lo quiere comer y muy debilitado económicamente al fallar la Caja B y perder recursos electorales.
En su partido, hay tantos barones que cuestionen sus estrategias como en el PSOE con Sánchez, o más. Incluso Ayuso parece querer ir a por él que, con una estrategia infantiloide, intenta llamar la atención gritando contra todo -lo que da pié a su armada mediática para poner en primer plano cualquier tema que no sea la corrupción-. Rosa Mª Artal describe ayer las maniobras periodísticas para tener a los españoles desinformados.
El inconstitucional control del caducado Poder Judicial, es otra de sus jugadas ilegales, porque su escasa capacidad intelectual y política (ya vimos su sistema para obtener títulos académicos) no le permiten ni negociar, ni buscar soluciones. ¿Todas las ranas de Aguirre tienen mermadas sus facultades intelectuales? Al menos, actúan como perros falderos al servicio del capital.
Ahora dice que lo de Colón es la España real y vuelve a mentir, es la España Monárquica. Como dicen Faemino y Cansado: parecido no es lo mismo.