Biden está consiguiendo lo que el antiguo Imperio Británico y el propio Imperio Americano han tratado de impedir durante siglos: la alianza de Rusia y China que puede resultar letal para la hegemonía económica norteamericana.
Lo peor de la derecha, los dos partidos dominantes lo son, es que emplea trucos viejos, aunque es lógico porque los conservadores se caracterizan por el miedo al cambio. Siguen confiando en el dominio armamentístico, cuando las armas tradicionales ya no sirven, ahora son económicas y desinformativas. Pero las desinformativas tienen que ser actualizadas y creíbles. Que recurran al truco de hace 30 años de Bush padre, del vídeo de los neonatos destrozados por los malos para invadir Kwait, acusando a Rusia de que está preparando un vídeo engañoso para invadir Ucrania, indica que el Pentágono tiene malos y vagos asesores.
El empleo de estrategias antiguas es más propia de militares que de políticos y las amenazas de guerras mundiales, puede que sean más cosa de la OTAN, como brazo militar-comercial del complejo industrial-armamentístico USA, luchando por su supervivencia, que de Biden distrayendo de sus problemas internos.
En todo caso, Europa carece de suficientes recursos energéticos y los procedentes de Rusia pueden ser un 40% más baratos que los que ofrece EEUU. Solo esto, parece razón suficiente para que nos mantengamos neutrales en las lucha de USA, en caída libre por mantener su dominio económico, frente a China y Rusia. Borrell parece que no lo ve así y defiende nuestro alineamiento con el imperio americano. Él sabrá que busca, porque Macron parece ir en otra dirección.
Y en esto lo que sigue perdiendo es la globalidad, este mundo ya no soporta tantos millones de egos, nos vamos a la mierda, a vivir cada segundo como si no hubiera un mañana, disfruten mientras puedan, las bellezas que quedan.
Cada vez me inclino más a creer que estamos gobernados por psicópatas. El minúsculo grupo de personajes con oscuros intereses que está sopesando la idea de empezar una guerra NATO-Rusia no puede calificarse de otra manera sin caer en la incoherencia. El cinismo con que Occidente presenta a un país u otro como «enemigo peligroso» e irracional» y a sí mismo como civilizado, cuerdo y democrático es de una maldad repugnante. La manera que nuestros medios callan las iniquidades cometidas por nosotros y «los nuestros» diariamente, cada hora, minuto y segundo es más peligrosa que dos mil Putins y Xis juntos. Nuestros medios envenenan nuestras mentes y cuerpos; su información es un virus cuya mortalidad es incomparablemente superior a la de cualquier virus conocido. Estamos gobernados por psicópatas que además quieren hacernos creer que el hecho de haber sido «elegidos» les autoriza a robar, saquear el bien común, matar a la gente común y acabar con la poca naturaleza que nos queda. No se nos ocurre qué hacer para impedir sus crímenes porque estamos gravemente enfermos de su virus.
Una lectura.
https://diario16.com/ucrania-y-el-gas/