Vázquez Montalbán acuñó la célebre frase “Contra Franco vivíamos mejor” y la derecha pepera hizo lo indecible para que ETA no desapareciera, como después favoreció el auge del independentismo catalán, mientras nos robaba a manos llenas. La Estrategia del Shock lo llama Naomi Klein. “Contra ETA vivíamos mejor” piensan aunque no lo digan y durante muchos años negaron su desaparición y ahora titula hijos suyos a todos los que se oponen a sus “negocios”. Esa es la táctica de la política del desastre, que cultiva Ayuso, y el río revuelto de la corrupción, en el que siguen pescando gracias al control de la Justicia.
Ahora, Pedro Sánchez nos sorprende agarrándose al mismo palo de la bandera, presidiendo un acto simbólico de destrucción de armas de ETA y GRAPO. Mientras impide algo que hace bien la derecha alemana: controlar los pecios del alquiler de vivienda para evitar la especulación de los fondos buitre y garantizar el derecho a la vivienda. Seguiremos con la ignominia: gente sin casa y casas sin gente. Ábalos nos debería explicar por qué.
La destrucción de armas de grupos terroristas desaparecidos hace años, puede ser un guiño a la derecha y también a los militares levantiscos, mientras la ministra correspondiente mira hacia otro lado o quizá a la presidencia en un gobierno PSOE-PP.
La prohibición de las manifestaciones del 8M, por parte de Franco, mientras los fachas se manifiestan cuando quieren, es otro signo en la misma dirección.
Es claro que la facción PSOE del Gobierno tiene que estar sufriendo tremendas presiones por parte de la derecha corrupta y de su propia derecha, con Dinosaurio González al frente, cuyos intereses económicos y políticos no pueden soportar un gobierno que de Pascuas a Ramos toma alguna medida de carácter social. Pero su actual estrategia de incumplimiento de los pactos de coalición y de boicot a iniciativas sociales de ministerios de Unidas Podemos, tiene que estar inquietando a sus propias bases que apoyaron a Pedro Sánchez en la escalada al liderazgo.
Con el bipartidismo, la derecha -PSOE incluido- vivía mejor, pero ya no estamos en esa fase y va a costar volver a ella.
Mientras tanto, la banca gana -no hay más que ver los sueldos millonarios de sus gerentes- y las colas del hambre siguen creciendo y el bicho malo cebándose en las periferias. Hasta cuando Catilina ….