Una presidenta trumpeana

Hace unos días, la presidenta de la Comunidad de Madrid, no era partidaria de pasar a la fase 1, incluso abandonó el debate para ir a hacerse una foto a un hospital.

Ayer, último día para las propuestas, decidió que sí y como la Directora General responsable de la sanidad pública no estaba de acuerdo, pasó de ella -que dimitió para no ser cómplice- y el Consejero presentó la propuesta fuera de plazo.

Cambiar de opinión de un día para otro, mentir a conveniencia, deshacerse de los técnicos que se oponen a sus intereses y, sobre todo, poner el negocio por encima de la salud, son las características del modelo Trump.

La Comunidad de Madrid no cumple los requisitos que fija el gobierno, por eso su elevado número de muertos y contagiados, pero si no se abren pronto los negocios, dice, esto será una ruina. Si aumenta el número de muertos, como la mayoría serán pobres y consumen poco, esto no afectará a la economía y ahorraremos en sanidad, pensiones y cuidados -modelo residencia-morgue de ancianos-.

El vicepresidente -de Ciudadanos-, trata de desmarcarse del desastre, quizá apuntándose a la nueva ruta de su partido que busca aliarse con el gobierno, pero él defendió pasar de fase, con las mismas razones, cuando ella se negaba. Tal para cual.

Mientras tanto, Almeida no abre los parques grandes, porque le parece peligroso. Solo abre los pequeños, querrá que nos pongamos a correr a su alrededor. Este señor parece marciano, nunca acierta.

Con este equipo de ranas -descendientes y seguidores de la Rana Madre-, los madrileños nos pondremos al nivel de salud del resto de España cuando las ranas de verdad críen pelos.