La Iglesia Católica española se ha apropiado, en las dos últimas décadas, de 30.000 propiedades públicas, según dice El País.
Por un lado está el mandamiento básico “No robar” y por otro el pragmatismo católico: “Haced lo que yo digo, pero no digais lo que yo hago”. También están el viejo “No fornicar” y la pederastia.
Juanjo Picó, presidente de Europa Laica, lo denuncia y El País lo recoge. ¿Nos damos por enterados?
Hace un año que el gobierno conoce estas cifras, a pesar de la resistencia de algunos registradores de la propiedad, pero no las hace públicas cuando nos atañen a todos los españoles. Estará esperando para “negociar” con los obispos y conseguir algo a cambio, al fin y al cabo el PSOE ha hecho muchas privatizaciones de bienes públicos, incluso algunos imprescindibles como la luz y el agua.
Estas “políticas” no benefician a los españoles, ni siquiera a los católicos españoles. Esto es apropiación de bienes públicos por parte de entidades privadas. Por decirlo suavemente.