Como la mayoría de las fiestas en España, pertenece al calendario católico. Siempre ha sido así. Los Reyes Católicos, los Austrias y los Borbones, también se declararon y se declaran como Reyes Católicos y se apoyan en la voluntad de Dios y en el ejército (el Rey es militar y su posible sucesora, también). Por eso hoy, como siempre, el acto popular más importante es el Desfile Militar y la bandera baja del cielo.

La fiesta religiosa, como la mayoría, se basa en un mito: El apóstol Santiago el Mayor vino a España a evangelizar y no tenía éxito. La Virgen se le apareció en Zaragoza, subida en una piedra (el pilar), para darle ánimos. Santiago el Mayor, no pudo venir a España porque, como sucesor del crucificado, los romanos también le mataron enseguida. Se dice que en la tumba de Compostela descansa el cuerpo de un hereje. ¡A saber con quién se encontró la Virgen!

Contra la creencia bastante generalizada de que el nacional-catolicismo fue una idea del generalísimo, la Historia nos muestra que la cosa viene de bastante más atrás y vemos como continúa porque la actual Constitución Española se columpia bastante en su artículo 16.3.

Yo, como no tengo buena reputación, Le jour du Quatorze Juillet, je reste dans mon lit duillet. La musique qui marche au pas, cela ne me regarde pas. O, como lo dice Paco Ibáñez: Cuando la fiesta nacional yo me quedo en la cama igual, que la música militar nunca me supo levantar.

¡Felicidades a las Pilares!