Así lo canta Luis Pastor:
A caballo y con Morante, comenzó la Reconquista,
de Andalucía a Levante de Aragón a Castilla.
Cabalgan con señorío, henchidos de su grandeza,
con Santiago y cierra España al uno de sus certezas.
Al loro los emigrantes, mujeres, gais, comunistas,
que vienen los salvapatrias, las nuevas hordas franquistas.
Ya vienen metiendo miedo, señalando al diferente,
fascistas del nuevo orden, comiendo el coco a la gente.
Ya están aquí los fantasmas, disfrazados de demócratas,
Destetados del PP, cansados de ser gaviotas.
Los herederos de España, de la Patria y la bandera,
de la muerte de la sangre y de la arena
Que viva el Cid Campeador, Covadonga y Roncesvalles,
El Valle de los Caídos y la concha de su madre.
Yo estoy seriamente preocupada
Pero no basta con preocuparse
Esas hordas se alimentan, en esencia, de la ignorancia histórica. Se suscriben a ellas quienes desconocen la historia reciente y quienes interpretan la historia menos reciente al estilo inculcado desde la perspectiva franquista, con un ojo en el imperio y el otro en el propio bolsillo. La mejor receta contra esos nuevos fascismos es la difusión del conocimiento histórico. Por eso, lo primero que hacen es desatender la memoria histórica y eliminar cualquier andamio legal que permita el conocimiento de la verdad, de los crímenes que sus antecesores políticos cometieron impunemente.