Tras el desastre del debate electoral de la SER, en el que la veterana Ángels Barceló decidió suspenderlo antes que expulsar a la provocadora de VOX, los demás grandes medios han decidido cancelar los suyos.
Si los grandes medios saben que aquí no se puede expulsar a la ultraderecha, como hacen importantes países europeos, como Francia o Alemania, nos están diciendo quién manda en la economía.
No pueden decir que lo hacen para mantener las reglas democráticas, porque los grandes medios, incluidos los públicos, no lo son, porque no respetan los intereses de sus audiencias, sino los de empresarios y anunciantes, y prefieren la “equidistancia” de “este dice esto y aquel dice lo otro”, que no es noticia, sino “cotilleo”, antes que analizar y exponer la verdad. Están propagando las continuas mentiras de la derecha porque es lo que permite mantener los privilegios de los poderosos.
Los grandes medios españoles no son medios informativos sino difusores de propaganda y, por eso, son campeones en descrédito en los países europeos (investigación de universidad de Oxford). Por eso, están todos en pérdidas, que pagan empresarios y banqueros porque saben que la publicidad, aunque se disfrace de información, se paga.
Resumiendo, en esta campaña no habrá más debates porque la única defensa de este sistema injusto es la desinformación y la propaganda. El PP no puede debatir porque sus políticas son injustas y su gestión desastrosa, VOX sólo está interesado en provocar para conseguir protagonismo y Ciudadanos pide lo imposible: buenos servicios y bajos impuestos.
Esto, mas que una “democracia plena”, parece el cortijo de la derechona.