Una muchedumbre de irakíes intenta asaltar la embajada de USA en Bagdad, los soldados irakíes les dejan pasar y el enjuiciado y desquiciado presidente norteamericano ordena asesinar al jefe del ejército del país vecino.
Esto suena a película de Charlot, pero parece que ahora se funciona así. Nadie puede estar seguro con este tipo de gobernantes dispuestos a utilizar cuando les venga en gana terrorismo de Estado.
Y la ONU de vacaciones. Mejor que haciendo el ridículo, eso sí.
La debilidad del impeachmenteado presidente posiblemente le mueva a sobreactuar buscando el apoyo israelí y de la banca sionista, pero la UE podría decir algo -quizá Borell también esté de vacaciones-.
Está claro que el único terrorismo punible es el de pequeña escala, como los únicos robos que la justicia tiene en cuenta son los de los chorizos.
No me atrevo a pedirle un mundo mejor a los Reyes, no vaya a ser que nos traigan más monarquía.