Creeré en las convicciones democráticas del PP cuando condene el franquismo.
Cuando democratice la Ley Electoral para que sea más justa. Porque gobierna gracias a ella y a la complicidad del PSOE y de algunos partidos catalanes.
Cuando derogue la Ley Mordaza que despoja de sus derechos civiles a la ciudadanía.
Cuando derogue la Reforma Laboral que despoja de sus derechos laborales, sobre todo el derecho a un salario justo, a la mayoría de los españoles.
Cuando derogue los recortes sociales que privan de una vida digna a la mayoría de los españoles.
Cuando ataque la corrupción reformando la organización de la Justicia y de las fuerzas de seguridad, que albergan tramas mafiosas para la protección de los intereses de los ricos.
Cuando elabore una Ley que garantice una información de calidad y condene la propaganda que predomina en los grandes medios de comunicación privados y públicos.
Mientras tanto, ver a la vicepresidenta hablar de democracia me cabrea y ver la prepotencia y oscurantismo con que funciona este gobierno corrupto me humilla, porque me veo tratado como un paria, no como un ciudadano.
Una rueda de prensa sin derecho a preguntas es un insulto a la Democracia.
Se les llena la boca, ¿qué digo?, echan espumarajos gritando sobre democracia y que hay que obedecer la ley, que para ellos es un trapo de fregar. ¿Qué va a pasar entre ahora y el 1 de octubre? Porque lo suyo amenaza con convertirse en un hipócrita tsunami histérico. ¿Sacarán los tanque a la calle, hablarán los fusiles, se derrumbará el castillo de naipes? La cosa se pone tensa.