La oposición al gobierno democrático de Venezuela (elegido en comicios reconocidos por la comunidad internacional), convoca un referendum contra dicho gobierno y El País lo bendice y propaga tachando todos los días arbitrariamente de dictadura a un gobierno aprobado en las urnas.
El gobierno autonómico de Cataluña pretende hacer un referendum y El País lo anatemiza todos los días en sus páginas.
El País, junto con Aznar y otros, ya apoyó el fracasado golpe de estado contra Chávez y cerquita de Venezuela está México donde la impunidad de los crímenes tanto de la policía como de los narcos (muchas veces la frontera entre esos dos grupos es muy difusa), contra periodistas y ciudadanos en general, sobrepasa el 90%, pero El País ahí no ve problemas (tiene sólidos intereses editoriales).
¿Cómo podemos permitir que, en un país supuestamente desarrollado, el diario de referencia intoxique de esta manera?
Parece evidente que en un sistema político-económico corrupto no cabe la información de calidad.