El concejal de Cultura de la Coruña tendrá que declarar ante el juez por un cartel del carnaval en el que se representaba a un papa en su papamovil con una copa de vino en la mano. Esa es la esencia del carnaval, los personajes invierten su papel, el rey se convierte en siervo y el siervo en obispo.
Por otro lado, un cura o un papa con una copa de vino en la mano es lo que se ve a diario en misa.
Que el Arzobispo de Santiago incite a la denuncia y una asociación de viudas de Lugo la lleve a cabo es comprensible ¿que otra cosa van a hacer en Lugo?, como decía mi abuela “el despacio hace cucharas”, hoy diríamos “el que no tiene nada que hacer acaba disparatando”, pero que un Juez admita la denuncia eso ya es un peligro.
Cuando la Justicia, no tiene ni cultura, ni sentido de la realidad, es que estamos en un país de locos donde siempre es carnaval y últimamente estamos teniendo demasiados ejemplos.
Lo malo es que nos convierten en un país de locos porque “a río revuelto, ganancia de pescadores” o hablando en plata para seguir robándonos mejor.