Sobre el respeto a los muertos

Un columnista de Público.es titula hoy: “La muerte no blanquea el pasado sino sólo los sepulcros” y termina con una frase de Voltaire: “A los vivos se les debe respeto pero a los muertos sólo la verdad”

Justo lo contrario de lo que está haciendo el partido de la corrupción. Había que ver a Rafael Hernando el campeón de los linchadores acusando a sus contrarios de su propio vicio sólo porque se negaron a rendirle un homenaje a una persona que, además de corrupta, ni siquiera pertenecía a esa cámara.

Había que ver a a la cúpula del PP llorando lágrimas de cocodrilo por una persona a la que ellos mismos han tenido que echar del partido y por la que sienten la alegría de la desaparición de alguien que sabía muchas cosas y ya no podrá contarlas.

A Susana Díaz ¿cómo no? Pidiendo respeto para la finada (una cosa es el respeto y otra el homenaje), ella sabe lo que tiene en casa y siente empatía corporativa.

El PP respeta mucho a las personas cuando no lo son: antes de nacer y después de morir (si son de las suyas, no las de las cunetas). Mientras viven simplemente se limita a explotarlas. Esa es la dialéctica de clase: la de explotadores y explotados.

La cámara de representantes no ha hecho ningún homenaje a las víctimas de las políticas causadas por sus leyes. Las víctimas de la crisis: desahuciados, muertos por la pobreza energética, muertos por los recortes sanitarios, por el hambre …

Así está el Poder Legislativo. Del Judicial, mejor no hablar.