Resulta chocante venir de Madrid y encontrarte con que lo que allí y en otras ciudades españolas y europeas, es normal y llaman “huertos urbanos”, aquí está penado por la alcaldía.
La burbuja inmobiliaria ha dejado abandonados y en deterioro espacios que grupos de ciudadanos altruistas limpian y acondicionan como lugares comunes y gratuitos para el ocio y la cultura. Esto no parece agradar al sistema económico, posiblemente porque es altruista y gratuito, pero resulta chocante que en una ciudad de 60.000 habitantes que no tiene Casa de Cultura activa y participativa, no se favorezcan estas iniciativas ciudadanas.
El sábado se celebró en el Espacio Argumosa un recital de poesía muy bien organizado, con un equipo de sonido eficaz, como protesta por la actitud de la actual alcaldía. Poetas jóvenes y no tan jóvenes se dieron cita justo en frente de donde antaño estuvo el Teatro Principal que acabó convertido por arte de birlibirloque (¿qué norma urbanística permitió tal modificación de uso?), en un bloque de pisos.
Una alcaldía que adopta estas actitudes no es digna de esta ciudad. O a lo peor si.