EEUU y la UE por un lado y Rusia por otro no se ponen de acuerdo sobre como catalogar a los diversos ejércitos que combaten en Siria.
Al Qaeda nació como Luchadores por la Libertad cuando Afganistán estaba ocupada por la URSS y EEUU creó y entrenó a musulmanes afganos, entre los que estaba Bin Ladem, para luchar contra la ocupación soviética. Cuando la URSS abandonó Afganistán, EEUU pasó a ser la fuerza de ocupación y entonces Al Qaeda pasó a ser terrorista. Lo mismo ha pasado con ISIS.
Siria está gobernada por un dictador, lo mismo que el resto de los países árabes. Además Arabia Saudí es la dictadura árabe que más financia al terrorismo yihadista.
Habría que diferenciar las dictaduras de los estados fallidos. En las dictaduras árabes el dictador impone su ley, que seguramente será injusta y arbitraria, pero mantiene un orden que le conviene y que permite operar a los servicios básicos que necesita la población (agua, luz, carreteras, etc.). Así estaba Irak antes de la invasión norteamericana.
En el estado fallido todos están contra todos y no hay posibilidad de que haya servicios comunes, así están Afganistán, Irak, Libia (después de Gadafi derrocado por la OTAN) y en esa dirección va Siria con las políticas de EEUU, Israel y la UE.
En el estado fallido ¿quién pierde y quién gana? Pierde la población que tiene que emigrar y, en este momento, la población europea que tendremos que pagar los gastos de la reinserción de los refugiados. Ganan las grandes corporaciones de la energía fósil y el armamento que, a río revuelto ganancia de pescadores, ya están sacando grandes beneficios del conflicto.