Como en el referéndum, se llegó a las votaciones con empate técnico con la derecha y se salió de las votaciones con victoria clara de Syriza.
Es curioso que los enviados extranjeros que siguen los procesos electorales, no sean capaces de percibir la realidad y comunicarlo a sus medios. Aunque es más probable que dichos enviados vayan ya con la orden clara de qué es lo que tienen que comunicar, de la misma manera que las empresas que hacen las encuestas saben qué es lo que interesa a sus clientes.
Si tenemos en cuenta las conexiones de las empresas que hacen las encuestas con los propietarios de los medios de comunicación, es fácil llegar a la conclusión que las encuestas son, más que estudios de opinión, propaganda de los intereses de quién las encarga.
Hace mucho que se supone que las encuestas de opinión no tienen la finalidad de reflejarla sino de influirla. De la misma manera que los medios tratan de suplantar la opinión pública con la opinión publicada.
Dice la Constitución que tenemos derecho a recibir información veraz ¿cuándo?