Tenemos, en proporción, la mitad de jueces que otros países europeos y medios insuficientes. Además, cuando la judicatura está pidiendo más medios, mayor plazo para la prescripción de los delitos de corrupción y expertos en los nuevos delitos, el gobierno, sin concederlo, pretende limitar la instrucción de los casos a 6 meses.
Es posible que, en unos días, retiren al juez Ruz, que está en comisión de servicio, para poner a otro juez en comisión de servicio, que tardará años en ponerse al día sobre la inmensa labor de Ruz. El Gobierno parece que pretende aplicar la “doctrina Carlos Fabra”: once años y nueve jueces para encausar un delito que acaba siendo de cuatro años de cárcel.
Desde la “doctrina Botín” cada vez hay más “doctrinas” para proteger a las élites. La judicatura, como los profesionales de la salud, la educación y la administración en general, pretenden hacer bien su trabajo pero, en manos de un gobierno corrupto y aterrado, esta tarea se vuelve imposible.
Cuanto más dure este gobierno, peor nos irán las cosas. Sólo piensan en librarse de la cárcel a cualquier precio.