Los desgobiernos del PP

Resulta difícil de entender la actuación de unos gobiernos que alardean de no gobernar mientras trincan.

El PP concurre a las elecciones y llega al gobierno, se supone que para administrar el patrimonio público, pero no, lo hace para convertir los servicios públicos, que son de todos, en un negocio para unos pocos. Mientras, van apropiándose de los restos.

Además, no gobiernan: externalizan los servicios. Pero cobran como si gobernaran. ¿No estará esto en el código penal?.

Ahora estamos viendo los negocios de la caja B de Bárcenas-M.Rajoy, pero el modelo más brillante es el del consejero de Sanidad de Esperanza Aguirre que destrozó el Severo Ochoa de Leganés y la vida de varios de sus médicos acusándoles de asesinato por aplicar cuidados paliativos.

Luego entró en los consejos de administración de varias empresas sanitarias (privadas, por supuesto) y ahora ofrece los servicios de su gabinete de abogados para pleitear con la Administración, aprovechando los contactos que hizo cuando “gobernaba”, exigiendo indemnizaciones por algunos episodios del estado de alarma.

Hay muchos episodios más en su currículo como depredador de bienes públicos, El País de ayer menciona algunos.

Este señor es el paradigma del “nacido para trincar” al que Esperanza Aguirre proponía para hacerle un monumento. Con esto queda todo dicho.

¿Aún hay alguien que se extrañe de las ayusadas?

11 de septiembre de 1973

Hay fechas difíciles de olvidar. Cuando pasa el tiempo y no cesa el dolor, se resiste a venir el olvido.

El Golpe de Estado de Pinochet, patrocinado por Nixon y Kissinger, acabó con el gobierno legal de Salvador Allende, con su vida y con miles de muertos y desaparecidos.

Ese mismo año, Kissinger recibió el Nobel de la Paz. Quizá en busca de un segundo premio repitió el golpe en Argentina tres años después. Ahí empezó la operación Cóndor con asesinatos y desapariciones y la experimentación, en ambos países, de las teorías neoliberales que quizá han causado más muertos aún que las represiones militares.

El Juez Garzón procesó al general Pinochet, en nombre de la Justicia Universal, ya que Chile no lo hizo. La Jueza Servini está intentando hacer lo mismo con los asesinatos de la transición en España, porque la Justicia española se niega a hacerlo.

¿Cómo lo vamos a olvidar si los asesinos son siempre los mismos y nuestros muertos siguen en las cunetas?.

¿Por qué privatiza el PSOE los bienes públicos?

Felipe González comenzó la privatización de las grandes empresas públicas españolas: Telefónica. Argentaria, Endesa … abriendo así, para sí mismo y para las élites de su partido, las puertas de los consejos de administración, los puestos bien pagados de la Unión Europea y de otros organismos internacionales, etc.

Así se empezó a esfumar la industria española y nuestra economía fue quedando en manos de la Construcción y el Turismo y, sobre todo, del sector financiero privado, por supuesto.

¿Eso es buena gestión?

Pedro Sánchez ha mantenido en secreto las maniobras para privatizar el único banco en que el Estado tiene la mayoría de las acciones (el 61%), porque era una operación muy delicada. Y tanto, se quiere cargar la mejor posibilidad de tener una banca pública que haga frente -compitiendo- a los desmanes de la banca privada que tiene todavía pendientes procesos por hechos muy parecidos a la estafa a sus clientes -claúsulas suelo, preferentes, comisiones abusivas, ….- y a todos los ciudadanos con sus evasiones y elusiones fiscales.

De Guindos fue el primero que aludió, con evidente sorna -¿queríais socialismo?- a la discreta maniobra de la ministra Calviño para privatizar lo público a espaldas de sus propietarios. Uno consiguió la vicepresidencia del Banco Central Europeo con sus desmanes económicos en el gobierno de Rajoy y la otra busca otro sillón de oro a costa de los españoles. Es de suponer que Pedro Sánchez lleva el mismo camino.

Esta privatización, como dice Carlos S. Mato, sólo tiene desventajas para la población. El mito de la competencia se está convirtiendo en la realidad de los oligopolios. La banca podrá seguir abusando de sus clientes, que ni tenemos legislación y Justicia que nos proteja, ni otras opciones reales.

¿Qué hará la izquierda? Porque en el gobierno parece que hay un grupito minoritario de izquierda. ¿Tragará?

¿Tragaremos todos encerrados en casita por si viene el virus?

La clase política

El enjuiciamiento a Martín Villa por “delitos de homicidio agravado” que intenta desde hace años la justicia argentina, con arreglo a la Justicia Universal, porque no lo asume la española y la “solidaridad” de los ex-presidentes de gobierno (y algunos ex-ministros) del PP y el PSOE, pone en evidencia la existencia de una clase política basada en las puertas giratorias y el bipartidismo (como en el siglo XIX), enfangada en la corrupción y en pánico por si se revisan episodios oscuros de la inmodélica transición.

Ya sabemos que, como las brujas, en nuestra sociedad no existen las clases, pero ellos se comportan como si tuvieran “conciencia de clase”, curioso.

Un régimen, el del 78, que con más de 40 años ha ido deteriorándose por la enfermedad degenerativa del neoliberalismo. Que se niega a reformar la ley electoral (que tiene más de 40 años), con grandes trampas antidemocráticas como las listas cerradas, la Ley D’Hont y con un reparto de circunscripciones que hacen que un voto de Soria valga como 35 de Madrid.

Con un sistema impositivo radicalmente injusto que parece imposible cambiar porque las empresas del Ibex y las grandes fortunas se niegan a contribuir a los gastos públicos mientras les estamos pagando servicios de enorme coste como los militares que sólo les benefician a ellos y no queda dinero para pagar la educación, la salud y las necesidades básicas de la mayoría de los españoles.

Que se ha resistido 45 años a recuperar los bienes que se incautó Franco y ahí siguen los muertos de las cunetas.

Esta clase política emparentada con la económica, en su obsesión por convertir todo en “negocio”, ha deteriorado los escasos “controles democráticos” que diseñó el nuevo régimen y está gobernando para los más ricos, sumiendo en la precariedad laboral -ahí siguen las reformas laborales, ya ni se habla de cambiarlas-, económica -que no se hable en los medios de las colas del hambre no quiere decir que no existan-, social -el virus ha destapado el deterioro del sistema nacional de salud- y política -ya ni se habla de las leyes mordazas-.

Esta clase política se ha puesto al servicio de las mafias financieras y sus máximos representantes, los ex-jefes de gobierno -sin complejos, como la extrema derecha- saben mejor que nadie que todo lo que deteriore los pilares básicos del Estado -y la Justicia es uno de ellos- abre puertas en los consejos de administración y en las instituciones supranacionales.

Franco murió pero el franquismo sigue vivo.

Los signos y la HISTORIA

Hay cierta polémica por cambiar el nombre a las calles y derribar algunos monumentos. Incluso cuando hay una Ley que lo apoya. Los que protestan por ello, diciendo que eso daña la Historia, parecen no saber distinguir entre signos e Historia.

La Historia es el estudio del pasado y su interpretación para entender el presente, con la metodología de las Ciencias Sociales. La Historia no es sagrada y La Historia Sagrada es puro mito, por eso los historiadores van buscando el significado y el sentido de los hechos pasados.

Los signos sirven para comunicarse y también para escribir e interpretar la Historia, pero no son la Historia, son lenguaje.

En los más de 2000 años de historia se pueden contar en España como períodos democráticos, con bastante optimismo, los dos años de la 1ª República en el siglo XIX, cinco de la 2ª y los cuarenta y dos últimos, cuarenta y nueve en total, un 2,45%. En todos los demás han dominado diferentes oligarquías y casi todos los monumentos y nombres de las calles los han puesto ellas para legitimarse a sí mismas.

En democracia, estos signos deberían ser consensuados. Los que se oponen al cambio, como a muchos otros cambios, son los que se identifican con esas oligarquías y añoran la Dictadura, que renombró muchas de las calles, y temen las nuevas interpretaciones de la Historia, porque dañan su nuevo disfraz democrático y pueden desnudar su linaje.

El actual alcalde de Madrid, mandó destruir la lápida del cementerio de La Almudena en la que figuraban los nombres de los fusilados por defender el gobierno legal de la 2ª República. Un personaje así es un peligro porque esa ha sido siempre la obsesión de las oligarquías: destrozar a las personas que exigían Democracia y aún su memoria.

El Crimen fue en Granada

Esta madrugada se han cumplido 84 años y el poeta sigue desaparecido. Antonio Machado lo recuerda así:

A Federico García Lorca

I EL CRIMEN
Se le vio, caminando entre fusiles
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas, de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle a la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—.
… Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, ¡en su Granada!…

II EL POETA Y LA MUERTE
Se le vio caminar solo con Ella,
sin miedo a su guadaña.
—Ya el sol en torre y torre; los martillos
en yunque, yunque y yunque de las fraguas—.
Hablaba Federico,
requebrando a la Muerte. Ella escuchaba.
«Porque ayer en mi verso, compañera,
sonaba el eco de tus secas palmas,
y diste el hielo a mi cantar, y el filo
a mi tragedia de tu hoz de plata,
te cantaré la carne que no tienes,
los ojos que te faltan,
tus cabellos que el viento sacudía,
los rojos labios donde te besaban…
Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
qué bien contigo a solas,
por estos aires de Granada, ¡mi Granada!»

III
Se les vio caminar…
Labrad, amigos,
de piedra y sueño, en el Alhambra,
un túmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!

La Iglesia sí que les roba

El independentismo catalán utilizó hace un tiempo el slogan “España nos roba”.

La Generalitat publica ahora que la Iglesia ha inmatriculado, es decir, se ha apropiado, de más de 3.700 bienes pertenecientes al patrimonio histórico y cultural de los pueblos.

Según Público.es, la Unión de Payeses que ha destapado el tema, denuncia que muchas iglesias, cementerios y casas rectorales, construidas por los payeses en sus propias tierras, habían sido inmatriculadas.

Según Casajoana, agricultor catalán: “Los documentos antiguos prueban que se construían para beneficio de todos. Los agricultores que tenían dinero aportaban dinero. Y quien no tenía dinero aportaba trabajo.”

La Unión de Payeses y la Asociación de Micropueblos de Cataluña, rechaza la oferta de mediación de la Generalitat y exige “a la administración pública una «solución global» de carácter legislativo para anular todas las inscripciones por «inconstitucionales».

La Iglesia Católica debería explicar como interpreta ahora los mandamientos de su dios “no robarás” y “no codiciarás los bienes ajenos”.

En RNE no se enteran

Hace unos días, Meritxell Planella -conductora de “España a las 8” en RNE1- le preguntaba a un experto algo así: ¿Cómo es que teniendo uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo estamos sufriendo esto?

La pregunta resulta al menos chocante porque, aunque hace años se dijo esto del mejor sistema sanitario, los que leemos los periódicos hemos ido viendo los recortes y privatizaciones en los servicios públicos que impuso la troika y que cumplieron con toda devoción y santa alegría Rajoy y su gente.

A poco que leas cierta prensa (no cualquiera, claro) te das cuenta de que el “bicho malo”, como todo, también tiene sus caras buenas y una de ellas es poner en evidencia la propaganda de que tenemos el mejor sistema sanitario mientras algunos nos lo han destrozando en beneficio propio.

Quizá sean los periodistas los que menos leen los periódicos.

Esta señora, ha invitado esta mañana a dos expertos en salud que han coincidido -con fino lenguaje, es decir, llamando desinversión a los recortes y olvidando las privatizaciones- en que nuestro sistema de salud está muy malito.

Mañana veremos si la jefa del programa ha aprendido algo o sigue con la propaganda que, en estos tiempos, es la estrategia más común en los medios de comunicación.

El sesgo neoliberal de El País

Hace dos días, El País titulaba “Chile aprueba la retirada del 10% de las pensiones por la crisis en un duro golpe a Piñera” en un artículo en el que se daba la noticia de que el Congreso aprobó una reforma de la Constitución para que los chilenos pudiesen retirar el 10% se su fondo de pensiones privado para resolver sus problemas económicos provocados por la crisis del coronavirus.

Contra esa medida y contra la oposición que la apoyó, se manifestaba el único experto consultado por la autora del artículo: un economista, expresidente del Banco Central y decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, que tacha a la oposición de populista.

En el contexto de la grave crisis económica que sufre Chile, con motivo de la pandemia, se están dando numerosas manifestaciones y actos de rechazo al sistema económico neoliberal que impuso Pinochet, tras el golpe de estado, y que los gobiernos postpinochetistas han respetado.

El neoliberalismo inició su experimentación en las dictaduras militares de Chile y Argentina y ha sido Chile el país donde más se ha criticado por el tremendo aumento de la pobreza causado al privatizar los servicios más necesarios para gran parte de la población, como la sanidad, las pensiones, etc.

El País prefiere culpar a Piñera del fracaso, en vez de señalar como verdadero culpable al sistema económico, como demuestra que 8 de cada 10 chilenos han apoyado la medida, según el propio artículo.

Es como culpar al sirviente de lo que manda hacer el Amo. Es el problema de respetar más a los accionistas que a los lectores.

EEUU vuelve al western

El terrateniente del condado pone precio (5 millones de dólares) a la cabeza del propietario que se niega a venderle, casi regalados, sus terrenos y encarga a su vocero para que reparta los carteles de Se Busca por las tabernas.

Trump, por medio de su sicario Mike Pompeo -con muchos años de experiencia-, pone precio a la cabeza del Presidente del Tribunal Supremo de Venezuela, porque va en contra de los intereses de las petroleras yankis que tienen dificultades para hacerse con el oro negro de ese país.

Los carteles de Se Busca, en la taberna Ibérica, los pone El País (lider aquí de la banda mediática norteamericana).

Mientras, la ONU -en el papel de sheriff mejicano indolente-, dormita con el sombrero sobre los ojos.

El Western como modelo político actual: primitivismo y amoralidad. Si esto no es la barbarie, se parece mucho.

Blog de Antonio Campuzano