Siria en la Desinformación Internacional

Uno de los trucos desinformativos más usados por los medios es mencionar los hechos sin contexto, causas ni consecuencias, con lo cual resulta muy difícil entenderlos. Esto no es información, porque no se puede procesar, es entretenimiento o desinformación.

En los artículos de análisis de los medios se suele hablar del contexto, pero casi nunca, de forma completa, con frecuencia ocultando algún protagonista, por ejemplo EEUU.

Esto está pasando en dos conflictos tan cercanos como Ucrania y Siria. Que, en el momento de la voladura de los gaseoductos que comunicaban Rusia con Alemania, el Canciller alemán estuviese en EEUU y no dijera ni pío y se culpara a los ucranianos, es una muestra del comportamiento de los dirigentes europeos con los intereses de sus propios países. Porque Alemania está ahora pagando el doble por el gas norteamericano y es una de las causas de su recesión económica.

Sobre Siria, he llegado a leer análisis que aseguraban la protección de Israel al gobierno de Al Asad, cuando Israel se apropió en 1967 de los Altos del Golan sirios que son una fuente fundamental de abastecimiento de agua, contra de las decisiones de la ONU, y ahora ha aprovechado para ampliar ese territorio.

La información de los diarios españoles sobre Siria, se basa en los intereses norteamericanos, con escasas excepciones, como Nazanín Armanian en Público.es, Olga Rodríguez en elDiario.es y pocos más. Su artículo de hoy mismo “El futuro de Siria tras la caída del régimen y la remodelación de Oriente Medio” es el análisis más completo que he encontrado, hasta este momento, sobre este conflicto.

“Llegaron de noche”, una peli necesaria

Si me matan por el día, será la guerrilla, si me matan por la noche será el ejército” (Ignacio Ellacuría)

Porque cuenta un crimen de Estado y porque te invita a pensar sobre:

  • El gobierno de El Salvador era un gobierno golpista con la colaboración de EEUU.
  • El jesuita Ignacio Ellacuría (rector de la Universidad Centroamericana UCA, lugar del crimen) estaba negociando la paz en El Salvador, pero el ejército y el gobierno preferían la guerra. Lo mataron a él, a otros cuatro jesuitas y a dos mujeres del servicio de la UCA.
  • La policía que “investigó” el crimen estaba “asesorada” por el FBI.
  • La “investigación” consistió en tratar de “convencer” a la familia que lo vio (una mujer de la limpieza de la UCA, alojada con su marido y su pequeña hija en otro pabellón, se despertó con los tiros y al asomarse a la ventana vio marchar a los soldados) de que había sido la guerrilla.
  • Cuando la embajada española y un extraño cura americano quieren sacar a la familia del país porque está en mucho peligro, el FBI consigue llevarlos a EEUU y encerrarlos en un hotel para seguir presionándolos.
  • Cuando la mujer, en EEUU y en manos de la policía, presionada ya también por su marido, porque ven que no tienen salida, decide que firmará que fue la guerrilla, aparece el extraño “cura americano” que planta cara al FBI y consigue llevarse a la familia a un lugar seguro y cambiarles la identidad para “asegurar su supervivencia”.
  • La Iglesia no juega en este partido. Juan Pablo II, felizmente reinante, no movió un dedo.

El Vaticano, que canonizó con urgencia a Juan Pablo II, el papa que se cargó la Teología de la Liberación, y a San Josemaría Escrivá de Balaguer, no ha hecho lo mismo con el mártir Ignacio Ellacuría, asesinado por defender la Paz y los derechos de los pobres, valores que el Vaticano no contempla.

Gracias a Inmanol Uribe, por atreverse a recordarnos este horrible crimen, mostrando a los asesinos y a sus cómplices. La película no se pudo rodar en El Salvador porque los asesinos aún estaban sueltos.

Gracias a la mujer, que treinta años después aún no puede hablar con naturalidad de “aquello”, “convivir” con el FBI no debe ser muy saludable pero, con mucho sufrimiento, se ha esforzado en colaborar con Inmanol Uribe y con la actriz que la representa.

Gracias a “Versión Española” de TVE2 por mostrar esta peli, que no sé si se habrá visto en los cines comerciales, ni si se habrá enterado la prensa de su existencia.