Patético un país que se dice USA

Para comenzar el periodo electoral hubo que nombrar dos candidatos principales (para que los demás no cuenten). Esto consiste en que los más ricos prometen millones de dólares a sus candidatos y los dos que más donaciones consigan serán los que puedan realmente competir. Del primer concurso salieron un delincuente y un viejo un poco deteriorado. El delincuente vale, pero al otro hubo que cambiarlo. Nuevas donaciones y ya está la sustituta. Ya puede votar la masa, a los muy ricos les da igual uno que otra, saben que defienden lo mismo (lo estamos viendo con el genocidio de Palestina). En lenguaje “democrático” esto se llama bipartidismo. Los candidatos mandan muy poco, porque llevamos ya muchos años de poda salvaje de derechos democráticos.

Desde otro punto de vista, podríamos decir que se trata de un país pseudo gobernado por muñecos de guiñol de los que no sabemos quién maneja los hilos, pero tenemos algunas pistas: los dos candidatos principales han sido impuestos por los “donantes”. Si este sistema fuera un poco transparente diputados y senadores deberían llevar en sus trajes, como los pilotos de F1, las pegatinas de sus promotores.

Es patético que un gran país, que se dice democrático, elija así a su presidente, pero desgraciadamente, eso pasa en todo el mundo “Occidental” porque USA ha impuesto su sistema a sus “países amigos”. Aquí pasa lo mismo, aunque no tan claramente, pero el resultado es idéntico. Ya vemos las canciones del duo Aznarín y Felipón y como, en los cambios de gobierno, el nuevo no corrige los “excesos del anterior”. Rajoy impuso el co-pago de las medicinas, las leyes mordaza, el deterioro de la Sanidad y Educación públicas, las rebajas de impuestos a los más ricos, …. Y ahí siguen.

Esta Democracia es un teatrillo de humor negro, que tiene poca gracia y causa muchas muertes.

“Abogadas”, una teleserie necesaria

Una serie de RTVE que triunfa en TVE1 (la están repitiendo) y fue rechazada por Movistar.

Patricia Ferreira (guionista de la serie y parece que impulsora) se la ofreció a Movistar,  posiblemente pensó que RTVE no la podría aceptar y, tras el rechazo, la llevó a RTVE y curiosamente la aceptaron.

Una serie sobre cuatro jóvenes abogadas de izquierda (Lola González, Manuela Carmena, Paquita Sauquillo y Cristina Almeida) que, en los últimos años de Franco y los primeros de la Transición, se enfrentaron con los jueces defendiendo derechos laborales, políticos y sociales (con asesinatos policiales incluídos), quizá hoy no parezca muy comercial. Se trata de unos hechos de nuestra historia reciente, que la prensa del momento, al abrigo del Sindicato Vertical y la Patronal de siempre, no trató como se merecían

Pero esos hechos fueron vividos con gran intensidad (y mucho miedo –recuerdo muchos compañeros con úlcera de estómago-) por un sector muy amplio de la población, (la manifestación “de los abogados de Atocha” fue de la más grandes que se han visto) de la que todavía quedamos muchos que ahora disfrutamos y sufrimos reviviendo aquellos años tan duros. Hace un mes se cumplieron 49 años de los fusilamientos del 27 de septiembre.

Vernos reflejados en aquellas personas tan conocidas y queridas, que muestra la serie, resulta muy gratificante. Nunca me había pasado en una serie de televisión.

Esas abogadas merecen ese homenaje y otros más, aunque luego cada una haya ido para un lado, pero, en aquel momento, hicieron algo increíble, se enfrentaron con los jueces franquistas y obtuvieron muchos éxitos porque la cultura machista que poblaba los tribunales resultaba una rémora para afrontar el enfrentamiento. Ellas eran jóvenes, valientes, muy inteligentes y sabían que tenían razón y mucha gente detrás.

Y esos hechos: los asesinatos policiales o parapoliciales de Ruano, Patiño, los “Abogados de Atocha” y tantos otros, es importante recordarlos porque les va a costar entrar en los libros escolares y aún se habla de la “modélica Transición”.  

Una serie con varios asesinatos, el último múltiple, no deja de ser un gran espectáculo. Patricia Ferreira lo supo ver y se atrevió a afrontarlo. Gracias Patricia.

¡Felicidades Pilar!

Tú no tienes ninguna culpa de que tus padres te pusieran el nombre de una piedra gorda. Además estaba muy de moda.

Tampoco del mito de la piedra gorda con Santiago y la Virgen. Los mitos suelen ser falsos, este lo es, entre otras cosas, porque Santiago no es un personaje histórico (la Virgen tampoco) y, en todo caso, no pudo venir a España porque, según los documentos religiosos, fue el primer apóstol en morir. Hay quien dice que en Santiago de Compostela está enterrado un hereje.

Pero los mitos, aunque sean falsos, si perduran es porque intereses poderosos sacan provecho de ellos.

Así, hoy celebramos este día de la piedra, Santiago y la Virgen como fiesta nacional, y por eso el ejército saldrá a la calle a que lo aplauda «la gente bien», es decir, los fachas y si no hace mucho viento, la bandera bajará del cielo, como corresponde a un ejército y una nación que sigue manteniendo rasgos del nacionalcatolicismo de la dictadura.

Que el día de la Fiesta Nacional, el acto más importante de cara a la población sea un desfile militar, queda raro en una democracia, pero parece que hay “razones” históricas o quizá mejor dicho, tradición.

Los Austrias y los Borbones absolutistas, siempre se apoyaron en el ejército y la Iglesia y, el Borbón actual, que se supone “constitucional”, sigue siendo el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas. Que en una democracia dirija el ejército el único personaje que no ha sido elegido por votación, muestra la apariencia de que los que mandan son demócratas pero poco y que la sombra de la dictadura es muy alargada.

En fin, tengamos la fiesta en paz. Aunque “la virgen del Pilar dice, no quiere ser francesa, que quiere ser capitana de la tropa aragonesa” (con música es más fácil de tragar).