La función de la ultraderecha

En una fase del capitalismo que unos llaman Neoliberalismo y otros Capitalismo salvaje, en la que el poder económico ha comprado el poder político (por corrupción) y el poder mediático (por sus deudas) como aparato de propaganda, parece lógico que algunos empresarios de segunda fila (las grandes fortunas gobiernan directamente desde la banca y los fondos de inversión) traten de sustituir a los políticos, caso de Berlusconi, Trump, Marcos de Quinto … y acaben siendo caricaturas de gobernantes.

Como esa estrategia no ha dado buen resultado, están utilizando otra: grandes sumas de dinero para fortalecer los grupos de ultraderecha e ir hacia el fascismo que es donde el gran capital tiene total libertad para crear sus propias reglas. Por eso VOX es aquí el único partido importante sin deudas ni problemas económicos y con libertad de movimiento para infiltrarse, y crear sindicatos, en los que llaman “Cuerpos de Seguridad”.

También tienen dinero para engrasar la armada mediática e imponer el discurso del terrorismo de ETA y de sus víctimas, cuando aún hay miles de asesinados en las cunetas y famosos torturadores han muerto impunes y cargados de medallas. Por no hablar del propio terrorismo de ultraderecha de la Transición que, protegido por algunos ministros, policías y gran parte de la judicatura, aún sigue impune.

El reciente giro ideológico (más a la derecha, aún) de Mediaset-Tele5, dirigido por Borja Prado (muy bien relacionado con la derecha político-económica: Aznar, Sarkozy …) parece que va en esta misma dirección.

La industria armamentística (accionista importante de la ultraderecha) está de enhorabuena.

En los últimos años, los ministros de Interior, Justicia y Defensa, han estado mirando para otro lado, en relación con la existencia de numerosos policías y militares de ultraderecha, y ahora, casualmente en periodo electoral, aparece la noticia del primer Guardia Civil expulsado del Cuerpo por propagar bulos xenófobos y lemas del Ku Klus Klan.

El voluntarioso Pedro Sánchez no se quiere quedar atrás y ha viajado a Washington para inaugurar este periodo electoral en el Despacho Oval (centro de planificación del conflicto de Ucrania para debilitar a Rusia y a la UE y mayor impulsor o protagonista de otras invasiones), quizá negocie que no sigan potenciando la ultraderecha porque él mismo (con la inestimable ayuda de Borrell) puede hacer ese papel, desde la próxima presidencia de la UE.

El Despacho Oval puede que no sea, en estos momentos, el principal lugar de EEUU en el que se toman las decisiones importantes, a juzgar por algunos de sus últimos ocupantes: Bush Jr., Trump, el anciano Biden … pero los despachos de los grandes banqueros tienen muy reservado el derecho de admisión.

Pero a Pedro Sánchez méritos no le faltan, podrá hacer valer que fue uno de los principales valedores de Juan Guaidó y que patrocinó la asamblea de la OTAN del verano pasado en Madrid, que resucitó esta guerrera organización que se daba por muerta.