La doble vara de medir del gobierno

Este Gobierno ha decidido hacer un “pacto de rentas” para combatir la inflación. Esto consiste en que empresarios y trabajadores se ponen de acuerdo y unos moderan sus beneficios y los otros sus salarios.

Curiosamente, en esta ocasión, quién dirige la negociación entre sindicatos y empresarios, por parte del gobierno, no es la Vicepresidenta Yolanda Díaz, que consiguió resultados satisfactorios con el tema del Salario Mínimo, ahora son las otras dos vicepresidentas: Calviño y Ribera que son más condescendientes con la Patronal. Ribera hace unos meses les pedía empatía y ahora Calviño les pide que moderen sus beneficios.

Todo el mundo sabe que las empresas, ni pueden tener empatía, porque no son personas, ni pueden moderar sus beneficios porque dependen de los grandes accionistas que les exigen ganancias rápidas. Es posible que estas ministras, como el propio Pedro Sánchez hayan estudiado en las universidades privadas y quizá este tema no lo dieron.

Hace unos días, Carlos S. Mato, profesor de Economía Aplicada en la Complutense de Madrid, publicaba en CTXT un artículo bien documentado con un título muy claro “Así influyen en la inflación los beneficios del Ibex”.

Ya hemos visto en la crisis anterior, cómo la bajada de los salarios hizo caer el consumo causando graves pérdidas para muchas empresas. Pero el gobierno quiere bajar la inflación con un pacto de rentas, que a las grandes empresas no les interesa y los trabajadores no pueden soportar, porque sus salarios siguen estando muy por debajo de la media europea y la subida de precios supone bajada real de los salarios.

Juan Torres López, Catedrático de Economía Aplicada, explicaba, hace dos meses enOtra propuesta insensata de la patronal española lo que quiere la patronal y por esas fechas, en “Subidas de tipos de interés, bienvenidos a la próxima recesión”, porque eso es lo que ha hecho el BCE, explicaba lo que hay que hacer: “Lo que hay que hacer es llevar a cabo inversiones urgentes para ampliar la oferta, intervenir sobre los mercados energéticos y de materias primas en donde la concentración de capitales está aumentando los márgenes y haciendo que suban los precios innecesariamente, acabar con las burbujas especulativas que están provocando subidas de precios que se trasladan al resto de la economía.”

Subir impuestos a los extraordinarios beneficios de esas empresas podría ayudar a solucionar estos problemas, pero la ministra de los impuestos no está en la negociación.

Este gobierno, siguiendo las leyes económicas que predican las universidades privadas, piensa que los intereses de las grandes empresas son intocables y por eso tiene dos varas de medir: para la gente de la calle: la Ley y para las corporaciones: rogativas.