Lo conocí a finales de los 70 en el PCE (Partido Comunista de España), en el que militábamos en la sección de Cine. Lo digo porque esa militancia fue un lastre para su carrera, ya en “democracia”, como lo fue para Juan Antonio Bardem, Eloy de la Iglesia, José Luis García Sáchez y un largo etc. a los que no se les podía negar su valía, pero sí el acceso a premios merecidos.
Me impresionó en El beso de la mujer araña, dirigido por nuestro amigo García Sánchez y en Vete de mí, de Víctor García León, hijo de García Sánchez y Rosa León, en la que el principiante y co-protagonista Juan Diego Botto, confesaba que se sintió como en un Master con su maestro.
No hace mucho nos volvimos a encontrar con motivo del homenaje a Luis Pastor, al que el nuevo alcalde Almeida canceló una actuación a su llegada al Ayuntamiento, y junto a Rosalén, Juan Margallo, Petra Martínez y muchos otros acompañaron en el recital gratuito que dio bajo el lema “Por una Cultura sin censura”, en la urbanización Rosa Luxemburgo de Aravaca. Yo estaba haciendo un reportaje sobre el acto y tras comentar aquellos años en que creímos que no volvería la censura, me dio un abrazo que no olvidaré.
Un enorme actor y una persona entrañable. Descanse en paz.
Excelente actor, entrañable y gran amigo de quienes le teatasteis. Pero, sobre todo, una persona coherente e íntegra.