Borrell nos pide que paguemos sus platos rotos

Me gustaría recordar, ya que muchos periodistas han perdido hasta la memoria, que hasta hace 8 años Ucrania formaba parte de Rusia. Era una región con unos índices de corrupción bastante elevados y unos índices democráticos muy bajos, como la mayor parte del planeta. En torno a 2014 Estados Unidos y Alemania, en busca de sus cereales y otros recursos y de debilitar la economía rusa, financian y participan en una operación llamada “Revolución Naranja” (el color de Ciudadanos) y consiguen su independencia.

Esta operación forma parte del plan de EEUU de acosar a Rusia (el país más grande del mundo) e ir debilitando su influencia económica, ya que el liderazgo universal que trató de ostentar EEUU tras la caída del muro de Berlín, se tambalea por la aparición de otras dos potencias en la lucha por el dominio de los mercados: Rusia y, sobre todo, China. India tampoco está muy lejos de esas potencias.

La Unión Europea, mientras tanto, funciona como un clan al margen de la Democracia, para que las grandes corporaciones puedan emplearla como herramienta para imponer sus intereses sobre los estados. Así cuando las eléctricas imponen unos precios abusivos, la UE impide cambiar el sistema que obliga a comprar todas las energías al precio de la más cara.

En un mundo en el que ya no hay comunismo, sino que casi todos los países funcionan dentro del sistema capitalista y en el que las guerras importantes son económicas, la OTAN está buscando su función. Hace bastantes años que Nicolás Sarkozy, a la sazón Presidente de Francia, la dio por muerta. Pero, como todo el que busca trabajo, la antes Alianza Atlántica está buscando una nueva función y participa en el acoso a Rusia, incumpliendo los pactos Ruso-Estadounidenses de la disolución de la URSS, que decían que la OTAN no se extendería hacia el Este. Ya ocupa varias antiguas repúblicas soviéticas y ahora el Presidente de Ucrania pide su incorporación a la UE, sabiendo que para ello es indispensable entrar en la OTAN.

En este contexto se produce la invasión rusa de Ucrania, como resultado de un conflicto provocado y mantenido por USA, la OTAN, Gran Bretaña y la UE, con la ayuda con armamento y dinero al gobierno del país invadido. Las industrias armamentísticas y energéticas suben en la bolsa.

Ese conflicto, que es una lucha por el dominio de los mercados, está ya causando graves perjuicios económicos a los europeos porque el boicot a los productos rusos produce inflación. Y el Sr. Borrell, con un enorme cinismo (y quizás perspectivas ocultas), nos explica que vienen tiempos malos y necesita nuestro apoyo, es decir, que paguemos los platos que vayan destrozando las potencias que participan directa o indirectamente en el conflicto. Que nos portemos todos como pobres energéticos y aguantemos el frío, para disminuir los ingresos de Rusia. Seguramente que en las oficinas de la UE en Bruselas apagan la calefacción.

Ya lo estamos haciendo, con el envío de armas a Ucrania para alargar el conflicto y que la intoxicación mediática consolide el shock neoliberal (modalidad “peligro de guerra”) que nos impida reaccionar razonablemente, que paguemos los gastos de los refugiados que causa el conflicto y que aumente el gasto militar y se recorte el gasto social, que es uno de los grandes objetivos del sistema político-económico imperante.

500 millones de euros más en armamento es la última oferta de Borrell y la ministra de guerra de España también ofrece su colaboración material. La sanidad, los cuidados y la educación tendrán que esperar. La UE apretará las clavijas al gasto social para paliar el despilfarro armamentístico.

Nos mean y dicen que llueve.

4 comentarios sobre “Borrell nos pide que paguemos sus platos rotos”

  1. Me parece importante esta información y la introducción histórica que haces fundamental para entender cómo se ha montado esta salvaje sinrazón
    Algún político de altura o medio de información debería contarlo .
    Es indignante!!

  2. Con la guerra en Ucrania USA ha conseguido sabotear el proceso conducente a un eje que no es más que lógico, natural y productivo (para Europa) en la actual situación socio-político-económica mundial actual de competición salvaje despiadada y criminal. Me refiero, como mi querido lector ya habrá adivinado, al más que lógico eje París-Berlín-Moscú. Este sabotaje es doblemente amargo para los pueblos de Europa, porque sus líderes han colaborado y están colaborando en la siniestra y (para el pueblo de Ucrania directamente mortal) operación como mandados del gran capital. En su actitud para con USA, estos líderes y sus dictadores (es decir, los que les dictan lo que deben hacer) son cobardes, estúpidos, malvados o una combinación de las tres cualidades. En la terminología tradicional se les puede calificar fácilmente de traidores a Europa en general y a sus patrias en particular. Los medios de masas han hecho creer a no sé cuanta gente que Europa termina en la frontera este de Ucrania. Rusia es y está en Europa, ¡despierta de una vez, carajo! USA no es ni está en Europa. ¿Se necesita una lección de historia y geografía para recordar esto? USA es la mayor potencia económica y militar que nunca ha existido y sus crímenes contra la humanidad son de una magnitud similar. Los pocos países que no se someten a USA lo pagan con asedios económicos y hasta militares, con atentados, con insurgencia y sabotajes pagados con $. USA puede paralizar y paraliza la actividad comercial de cualquier país, tiene el mundo en un puño del que mana sangre y fuego cuando golpea con él o lo aprieta en torno al desafortunado país de turno. No hace falta más que echar un vistazo a su historia para darse cuenta de que su violencia no tiene nada que envidiar a cualquier otro imperio del presente o del pasado. Su red mundial de comunicaciones desinformantes es fenomenal, algo nunca visto. Son demasiado pocas las personas que se han dado cuenta que la desinformación es “gratis” y que para obtener información uno tiene que esforzarse y ser crítico, algo que curiosamente no se enseña en las escuelas. Hay demasiada gente que todavía piensa que las intenciones de la oligarquía USA son buenas y sus horrendos crímenes, equivocaciones comprensibles y perdonables, pecadillos a fin de cuentas. Esto solo se consigue gracias a un sistema de desinformación de un alcance inimaginable. Mientras este sistema exista y funcione nada que se lea resultará creíble por muy verdad que sea, porque aunque los media comerciales te presenten una verdad –Putin es un cruel tirano, lo horrible que es la guerra en Ucrania, por ejemplo— siempre hay un interés de que te concentres en lo que quieren y que no mires en la dirección que no les interese. Sus verdades no son suficiente verdad.

  3. El eje París-Berlín-Moscú es un eje «muy lógico y natural». Son tres naciones con sistemas políticos semejantes, democracias consolidadas, dirigentes dignos de crédito que no persiguen a sus opositores. Y también, un eje con muchos años de historia.

    Con datos basura sólo se puede llegar a conclusiones basura.

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