Sareb. La estafa del siglo

Así titulaba, hace 10 meses en elDiario.es, Carlos Sánchez Mato su análisis sobre los resultados de lo que conocemos como el Banco Malo. Explicaba como el acuerdo PP – PSOE para modificar el artículo 135 de la Constitución, priorizaba el pago de la deuda sobre los derechos sociales que justificó los recortes “en sanidad, educación, dependencia, atención a nuestros mayores o pensiones” mientras “se proporcionaban ayudas públicas al sector bancario que han ascendido anualmente en el período 2008-2019 al 12,1% del PIB.”

A “sugerencia” de la Unión Europea, se creó el “banco malo” para comprar las basuras que perjudicaban a los bancos en sus balances, con un descuento del 50% sobre su valor, cuando la Comisión Europea ha indicado que el descuento debería de haber sido de un 72% (22% de regalo a los bancos, unos 18.000 millones de €). Este pequeño detalle pasó desapercibido para los medios desinformativos. El “artista” fue De Guindos (ministro de Rajoy) que, a la caída de su gobierno, fue premiado con el puesto de Subdirector del Banco Central Europeo.

La Sareb podía haber sido un banco público pero el gobierno de Rajoy optó por la “colaboración” público-privada. Según C. Sánchez Mato, el Estado puso el 95,31% del capital y se adjudicó el 45,68% de las acciones, mientras “lo privado”, aportaba el 4,69% restante y se quedaba con el 54,33% de las acciones. Un poco rara la “colaboración”. Para más INRI, el “ingeniero” De Guindos aseguró que esto no le iba a costar un euro a los españoles.

A día de hoy, la Sareb tiene “un creciente agujero de más de 52.000 millones que en el mejor (e improbable) de los supuestos pueda verse reducido en 30.000 y en el peor […] por encima de los 125.000 millones de euros” (Eduardo Bayona, Público.es) y el Gobierno se ha hecho accionista mayoritario del desastre (socializar las pérdidas, creo que le dicen).

La jauría mediática española no está hablando mucho de este tema porque está muy ocupada con el bulo de Ucrania. Los medios prefieren los conflictos, de ser posible armados, en esto coinciden con el complejo industrial-militar.

La Sareb es una de las entidades que más desahucios está llevando a cabo desde hace años. Según el Sindicato de Vivienda de Carabanchel, en 2021 el banco malo estuvo detrás de al menos un desahucio a la semana en el barrio.

¿Podremos confiar en que ese parque inmobiliario, que estamos pagando con nuestros impuestos, se destine a usos sociales? ¿Lo permitirán los fondos americanos que visitó hace un tiempo el Presidente? ¿Podría el Gobierno subirles un poco los impuestos a los bancos salvados con esta operación “humanitaria” que nos ha resultado tan costosa? La Unión Europea, mejor que no participe, que siempre lo pone peor.