El caso de las macrogranjas o la cabra tira al monte

El ministro de Consumo ha criticado, como es su obligación, un método de producción de carne industrial que contamina el suelo y las aguas de este país y todos los títeres del capitalismo se han puesto a gritar, porque en este sistema político-económico, que llaman democracia, no se puede poner en cuestión la obtención de beneficios aunque sea a costa de la salud de los españoles.

Una empresa afectada por las críticas difundió la información manipulada y el mentiroso oficial del Reino (Pablo Casado, para los poco informados) lo propagó de inmediato. El presidente de Castilla – León, afectado por elecciones inmediatas le siguió el juego porque la empresa desinformadora parece ser de su demarcación (y necesitará money para la campaña) y los presidentes regionales del PPPSOE, Lambán y García Page, no se quedaron atrás para atacar al ministro “comunista” y algunos miembros y miembras del gobierno (sección PSOE) han defendido la posición de la derecha manifestando que el Ministro de Consumo habló a título personal.

La armada mediática de la derecha hizo su trabajo, como era de esperar, fomentando la desinformación pero también en el sector de la izquierda ha habido alguna colaboración. La señora Elisa Beni en su columna de elDiario.es ha manifestado: “Garzón ha pecado por dos cosas: una por olvidar que un ministro de España no puede perjudicar a ningún nivel a su país en el extranjero y dos, por ser un ingenuo y no darse cuenta de que ese traspiés era una cagada política y comunicativa y que la iba a pagar.”

Es costumbre de la derecha confundir los intereses de España (que deben ser los de los españoles), con los de las grandes empresas, que son los que ellos defienden y eso es lo que hace esta periodista calificando de “traspiés” y “cagada política y comunicativa” lo que es una defensa de la salud de los españoles. No es frecuente una jugada así en esta “periodista”, pero ya estamos acostumbrándonos a una mayoría de “informadores” que confunden (sin querer o queriendo) información y propaganda, aunque esto parece lógico dado que en las mismas facultades se “enseñan” las dos materias aunque, a juzgar por los resultados, parece que predomina la segunda.

Es una vergüenza que muchos políticos de este país defiendan los beneficios de las grandes empresas por encima de la salud de los españoles, que mientan y manipulen con la facilidad con que lo hacen y que, además, tengamos que pagarles el sueldo para que trabajen en contra nuestra. Como dice el maestro Vincenç: así de claro.

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