El País contra el acceso a la información

El neoliberalismo ha favorecido la compra del poder político (llámese corrupción o colaboración público-privada) por parte de las grandes corporaciones, pero para ejercer este poder ilegítimo necesitan un aparato de propaganda que lo haga ver como legítimo, por eso han comprado los grandes medios, para que cuenten la “verdad” que les conviene.

El derecho a la información está incluido en la Declaración de Derechos Humanos de 1948 y, además, este falseamiento de la realidad hace imposible la democracia que precisa de ciudadanos bien informados, pero los promotores del neoliberalismo hace ya 50 años decidieron que la democracia y los derechos humanos no eran buenos para los negocios.

El poder de los medios se basa en el acceso a la información, pero para que sea un poder absoluto necesitan que sea exclusivo o al menos minoritario. De esta manera, si algún ciudadano o alguna organización cívica (wikileaks, por ejemplo) trata de mostrar algo que el verdadero poder no quiere que se sepa, tratarán de celebrar su castigo ejemplar por injusto o ilegal que sea.

Sólo de esta forma se entiende el titular de El País “EE UU se anota una victoria en su intento de extraditar a Julian Assange”. La persecución e intento de destrucción de este activista pone en evidencia el mal funcionamiento de la justicia en las “democracias avanzadas” y que El País celebre como victoria la podredumbre de los sistemas judiciales es una buena señal para identificar los intereses de este diario “de referencia” en España y la mala calidad de la Información, y por tanto de la Democracia, en este país.