Sus propuestas ante la etapa electoral parecen de alguien que ha estado fuera mucho tiempo. Decir que él (PSOE) no puede pactar con el extremismo de Iglesias, que figura como vicepresidente del gobierno estatal de su propio propio partido, es propio de alguien que vuelve del “más allá”.
Mas aún cuando está haciendo lo que ha propuesto Pablo Iglesias hace unos días: buscar votos de Ciudadanos y PP.
Lamentablemente, las campañas electorales sólo las podemos entender como “puro teatro”, porque se trata de un juego entre partidos, con muy poca participación ciudadana. Así que es mejor no hacerles mucho caso a lo que se dice en esta situación. Esto mejoraría, si se modificara la Ley Electoral para, entre otras cosas, proponer listas abiertas, de manera que los votantes elegiríamos a quien nos pareciese más adecuado, no a una lista que impone un partido.
Las listas abiertas serían más democráticas porque reflejarían mucho mejor la voluntad de voto ciudadana. Mientras tanto, si nos atenemos a esta ley Electoral más que de democracia deberíamos hablar de partitocracia.
Todos los partidos reconocen que España ha cambiado mucho en estos 40 años, pero los partidos de derecha y centro derecha, se resisten a cambiar las reglas del juego que impuso la dictadura saliente.
Como esto resulta incomprensible tendremos que convenir en que estas reglas son las que les convienen. Creo que a la mayoría, no; pero ellos siguen con el viejo cuento de la “democracia plena”.