Llevan varios días poniendo como modelo de eficacia en la vacunación a Israel porque ya ha vacunado a toda la población.
Lo que no dicen, quizá no lo sepan, es que su población no llega a nueve millones de habitantes -algunos más que Madrid- y que el gobierno actual contempla como población de segunda fila a los palestinos, por tanto no hay por qué vacunarlos.
El trato que dispensa la “democracia” israelí a los palestinos, ha hecho que muchos países pidan para Israel las mismas sanciones que tuvo Sudáfrica durante el apartheid, cuando no permitía que la población mayoritaria negra tuviera derechos ciudadanos. La ONU no acepta las sanciones porque la banca judía tiene mucha “mano izquierda”.
Israel, polvorín de Oriente Próximo, invierte mucho en publicidad porque necesita muchos lavados de cara. Ponerlo como ejemplo de algo es para sospechar de la honradez de los informadores.