Resulta difícil de entender la actuación de unos gobiernos que alardean de no gobernar mientras trincan.
El PP concurre a las elecciones y llega al gobierno, se supone que para administrar el patrimonio público, pero no, lo hace para convertir los servicios públicos, que son de todos, en un negocio para unos pocos. Mientras, van apropiándose de los restos.
Además, no gobiernan: externalizan los servicios. Pero cobran como si gobernaran. ¿No estará esto en el código penal?.
Ahora estamos viendo los negocios de la caja B de Bárcenas-M.Rajoy, pero el modelo más brillante es el del consejero de Sanidad de Esperanza Aguirre que destrozó el Severo Ochoa de Leganés y la vida de varios de sus médicos acusándoles de asesinato por aplicar cuidados paliativos.
Luego entró en los consejos de administración de varias empresas sanitarias (privadas, por supuesto) y ahora ofrece los servicios de su gabinete de abogados para pleitear con la Administración, aprovechando los contactos que hizo cuando “gobernaba”, exigiendo indemnizaciones por algunos episodios del estado de alarma.
Hay muchos episodios más en su currículo como depredador de bienes públicos, El País de ayer menciona algunos.
Este señor es el paradigma del “nacido para trincar” al que Esperanza Aguirre proponía para hacerle un monumento. Con esto queda todo dicho.
¿Aún hay alguien que se extrañe de las ayusadas?
Estoy de ac cuerdo en todo lo que he leído