Profesionales «basura»

Sabido es que en el capitalismo salvaje los altos profesionales ganan mucho más que los políticos y la lógica del mercado aconseja que para contar con los mejores se les dote de los sueldos más altos. Pero mercado y política difieren en que el primero se rige por el beneficio económico individual y la segunda debería regirse por el beneficio social colectivo.

Lo cierto es que el deterioro de las instituciones del régimen del 78, hace que mucha gente valiosa se resista a entrar en un juego político con muchas trampas y que los fracasados del ámbito profesional se refugien en él, con lo que la metástasis del régimen y la degradación del sistema democrático se aceleran.

Marcos de Quinto, ex-vicepresidente de Coca Cola con sueldo astronómico, que le prohibe trabajar en Pepsi, Nestlé, Danone, Unilever y Kraft, y fugaz consejero de Telepizza, fue adoptado como “fichaje estrella” por el “regenerador” partido Ciudadanos, que ha tenido que desautorizar sus declaraciones sobre “los bien comidos pasajeros” del Open Arms, porque la actitud de agresividad destructiva contra el contrario que se valora positivamente en las altas esferas económicas, choca contra el reglamento de la Cámara que posiblemente no se haya leído.

El comentario laudatorio de Victoria Prego -Presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid- en su nombramiento: “Un rico honrado entra en el Congreso”, además de dar por sentado que muchos ricos no lo son, parece demostrar que el sistema mediático está más cerca del capitalismo salvaje que del sistema democrático.

El posible nombramiento de Enrique López como responsable de la nueva consejería “Justicia, Interior y Víctimas del Terrorismo” de la Comunidad de Madrid; magistrado que el PP se empeñó en meter en el Tribunal Constitucional a pesar de la insuficiencia de sus méritos y del que tuvo que dimitir por un delito contra la seguridad vial por conducir su moto sin casco y cuadruplicando la tasa de alcoholemia permitida y que fue apartado por la Audiencia Nacional de los tribunales de los casos “Bárcenas” y “Gürtel” por su afinidad al PP y sus charlas pagadas en FAES; nos hace pensar que en la derecha el que no vale para otra cosa, a putear la política.

Así nos va.

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