Dice Lucía Bosé que su difunta sirvienta le regaló un dibujo que le dedicó Picasso porque no le gustaba y ahora los descendientes de la supuesta donante se lo reclaman.
La familia Dominguín Bosé es muy de espectáculo y quizá tienden a confundir la realidad con la ficción. La señora Bosé, por ejemplo, creó un museo sobre los ángeles en Turégano que tuvo que cerrar porque la Junta de Castilla y León no la ayudaba, cosa bastante extraña, porque cómo una institución pública no colabora con una entidad privada en un tema tan importante para la vida de los españoles.
El hijo cantante nos sorprendió hace poco con su intervención en un concierto, organizado por las mafias de Miami, en el que no sabemos si cantó, pero las televisiones transmitieron su soflama contra el gobierno legítimo de Venezuela y a favor del golpista que están promocionando las petroleras yanquis.
En las familias venidas a menos, cada uno vive de lo que puede y en este caso parece que su percepción de la realidad, o quizá su forma de justificarse, parece poco realista.
La Fiscalía pide para la Sra. Bosé dos años de cárcel.