82 años después de la sublevación militar, el dictador sigue en su mausoleo faraónico. Tenemos varias leyes Moradaza y unas reformas laborales que reducen a los trabajadores a la esclavitud. No sólo no hay transparencia fiscal sino que además, de la última amnistía fiscal, que tumbó el Tribunal Supremo, ni siquiera podemos saber quienes se beneficiaron.
Gobierne quien gobierne, aquí siguen mandando los de siempre, la derecha cortijera y caciquil del s. XIX y a este esperpento político-económico lo llaman “Democracia”. ¿Conviene recordar que el gobierno de unos pocos se llama Oligarquía?
¡Qué vergüenza!